Page 668 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
                                                                      Conclusión de la rebelión
                    Señor Capitán Don Pedro Villafuerte.— Muy Señor mío y mi dueño:
            acabo de ver las lastimosas letras del Señor Comandante escrita a los cobradores
            de esta Provincia, pidiendo auxilio, y aseguro a Vuesa Merced que es tan grande
            el dolor que me causa contemplar a un cavallero de honor expuesto a las miserias
            de aquel inconstante, agrio y rígido temperamento de los altos de San Martín, en
            donde se halla acampado, sin conocimiento del lugar, pues me asegura el propio
            que carece de cavallerías, víveres y agua, que esta última a fuerza de industria,
            dicho cavallero rompiendo unas penas, ha logrado, para socorrer la presente
            necesidad, pero tan escasa, que llena de antimonias ha preparado; sin embargo
            de su amargor ha socorrido toda su gente. Vuesa merced medite este doloroso
            asunto, con los reos que quedaron esperando; y la tropa, como gente de la costa
            expuesta a helarse; y los reos en términos de huirse, eligiendo las quebradas
            que la suerte las proporciona; y en una palabra, acongojado aquel cavallero de
            honor a rendir la vida. Yo en cuanto ví las letras salí a los cerros, y apenas pude
            remitirle diez y siete cavallerías, y carne, y tengo a los pocos vecinos ocupados
            de propios a los pueblos de esta Doctrina, para auxiliar con lo que he de ocurrir
            a Vuesa merced, haciendo patente la presente necesidad, enterado de su honor
            y exactos y públicos servicios que tiene hechos en el servicio de nuestro Sobera-
            no, le pido y suplico que auxilie a aquel cavallero y su tropa, sacándolo de aquel
            páramo, que sólo Vuesa merced lo puede librar, que todos se lo agradecerán,
            siendo yo el que publique tan loable acción de su generosidad; no dudo que así
            lo practicará Vuesamerced como lo pido, cumpliendo con este socorro, como
            buen oficial, como buen vasallo con el soberano, como buen christiano, ejer-
            ciendo el acto de caridad; esto supuesto, creo vernos en el camino, que dentro
            de pocas horas camino, después de dar órdenes para víveres en este Tambillo,
            para la combalencia de la tropa y presos; Vuesamerced del camino del Borracho
            lleve reses que encontrará muchas y carneros y para esto deberá contratar con
            Don Gregorio Anguis, con Mendoza y con los indios de Guaytará y sus mulas;
            y a Dios, amigo. Vuesamerced corra la urgencia, que a mí el morir me falta, por
            no poder prontamente auxiliar; somos martes, las cuatro de la tarde.— Beso la
            mano de Vuesamerced, su mayor servidor.— Capellán Pablo Lopes.— Noviem-
            bre cuatro de ochenta y tres años.
                    Señor Teniente o Alcalde, a quien se entregara: hago saber a Vuesamer-
            ced como me halla en el camino real para ese Ayabi, con la tropa y presos, sin sa-
            ber positivamente donde estamos, con todas las cargas perdidas, con los presos
            enfermos, sin agua, sin tener que comer, ni mulas con que salir; todo originado



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