Page 621 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
                    (Al margen: Auto).
                    En la ciudad del Cuzco en trece días del mes de mayo de mil setecientos
            ochenta y tres el señor Don Benito de la Mata Linares del Consejo de Su Majes-
            tad, su Oidor de la Real Audiencia de Lima, Juez Comisionado por el Excelentí-
            simo Señor Virrey de estos reinos para la formación de las causas de Diego Tupa
            Amaro y demás cómplices y entender en los asuntos pertenecientes a la quietud
            de estas provincias y particularmente comisionado por el señor Don Jorge Es-
            cobedo, Visitador General de todos los tribunales del reino y Superintendente
            General de Real Hacienda para averiguar el origen y autores de las conmociones
            sucedidas en estas provincias y si en ellas ha podido tener influjo el Ilustrísimo
            Obispo de esta ciudad Don Juan Manuel Moscoso, procediendo con la delica-
            dez y pulso que exige este asunto por todas sus circunstancias, atendiendo al
            mismo tiempo a combinar el mejor servicio del Rey dijo, que con las precaucio-
            nes correspondientes y valiéndose de aquellos sujetos de ciencia y conciencia de
            quienes además del juramento se puede fiar por su hombría de bien, guardarán
            secreto como parescan a declarar lo que supiesen de cierta ciencia o de indicio
            relativo a los que pudieron fomentar las perversas ideas del rebelde José Gabriel
            y su familia, especificando con claridad los sujetos y demás que conduzca ac-
            tuando por mí y ante mí atenta la gravedad de la materia. Así lo proveyó, mandó
            y firmó. Benito de la Mata Linares.


                    (Al margen: Declaración de Figueroa).
                    Inmediatamente compareció Don Juan Antonio Figueroa, español eu-
            ropeo, quien bajo del juramento que hizo de decir verdad en lo que supiese y
            fuese preguntado, siéndolo al tenor del auto expresó que el año de mil setecien-
            tos setenta y cuatro, pasó a los andes de la provincia de Quispicanche por supe-
            rior orden a reconocer un venero de oro que se suponía había en aquel lugar y
            habiendo ido en compañía de Don Gabriel Ugarte en una conversación dijo al
            declarante que a su hermano Don Antonio Ugarte le habían ofrecido unos ca-
            ciques veinte mil indios de guerra con el fin de que se coronase, se indispuso el
            declarante con esta expresión y de vuelta de la expedición se apeo el declarante
            en casa del cura ínter de Marcapata el Doctor Travitazu y habiéndose ofrecido
            conversación del engreimiento de Don Gabriel de Ugarte dijo el declarante al
            cura es tan engreído y falaz que tuvo atrevimiento a decirme que a su hermano
            Don Antonio le habían ofrecido los indios caciques veinte mil indios de guerra
            para coronarse, y el cura Travitazu dijo riéndose, a que dijo algo más y



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