Page 618 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen 4
Conclusión de la rebelión
esta Republica de su vesindario. El uno, con refleccion y acuerdo a lo nesesario
que era su persona, siendo cabeza de aquel cuerpo para regirlo, en el caso de
alguna repentina commocion, que se recelaba subsitasen; la Nacion indicada
que ocupa la mayor parte del territorio y Poblacion, ó enemigos designados, que
lo circundan; y el otro, no menos reflexivo, y atento á lo importante de ella para
ocuparlo en asuntos de la mayor confianza, que pedian sugeto de conosida in-
tegridad respecto á las criticas circunstancias de una epoca espantosa, y poseida
de Reselos.
Que fustrado enteramente aquel intento á que tanto se inclinaba, y con-
trajo con particular empeño repetidas ocasiones; se dedicó á resivir las tropas
auxiliares, que ingresaban de la ciudad de Lima; pasando personalmente y con
la maior prontitud á una Hazienda de su propiedad, y pertenencia distante seis
leguas de este Lugar, y escala forsosa de su transito; donde hicieron alojamiento,
y las esperó con copia de viveres de pan fresco, carnes, bagajes, y otros repuestos
necesarios para la mansion, y subsesibo transporte al destino que seguian: Todo
a propia costa y sin permitir se le impendiese al Real Herario de V. M. el mas
minimo Lasto ni grabamen.
A esto subsiguio inmediatamente el magnifico Hospicio que en el mis-
mo citio hiso al Ministro Visitador General; y Superintendente de la Real Ha-
zienda de V. M. Don Joseph Antonio de Areche, que acompañado de algunos
Personajes, y Guarnicion de Caballeria; pasaba á expedir las providencias de su
empleo, Autoridad, y superiores facultades en aquellas Regiones commovidas;
y oferta que nuebamente propuso de su Persona, y proporciones propicias á su
Dignasion y Preceptos; concurriendo generoso a la asistencia, y Provision de
quanto en la estasion y Subsequente biage les ocurrio, y huvieron menester sin
limitacion y con sobrada abundancia y hasta haver franqueado sesenta caballos,
que estrajo de los presisos, vzos de la finca para que entrasen los soldados de
custodia, y demas acompañamiento en esta capital: De forma que no reserban-
do cosa alguna de las que ofresia la esfera de aquel terreno; concurrió a benefi-
cio del Exercito transeunte, y que no experimentase urgencia, demora, ni otro
defecto, que le impidiese el aselerado curso de la Marcha que llebaba.
Ynfatigable en acreditar vivamente su actividad, zelo, y vigilancia, á esta-
do siempre pronto, dando esclarecidas pruebas de su amor, constancia y exacti-
tud, al servicio de V.M. que á llenado cumplidamente en los actos, ordenes y co-
misiones á que fue destinado; hasta haverse berificado la rendicion del Rebelde,
castigo de sus Aliados, y Reconquista de varias Provincias y multitud de Pueblos
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