Page 328 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
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            cometen hostilidades, de que podia referir innumerables sucesos, y el último
            acecido la semana pasada, de haber quemado el pueblo de Caycay, pasando á
            cuchillo 30 personas, despues de haber deshecho un pequeño destacamento
            que guardaba al vado del rio. En él permanecieron dos pardos de esa ciudad;
            pero ha llegado la obstinación y la codicia de los enunciados corregidores
            á tan increible término que me hacen recelar, que si les avisase que ya ha-
            bian llegado los enemigos á estos arrabales, permitirian su pérdida y nuestro
            destrozo, antes de desprenderse de un hombre que les debiese seis varas de
            bayeta. Escribio á S.E. sobre este punto con bastante individualidad, porque
            conozco que quedo espuesto á la crítica de todo el reino, sino salgo luego á
            la campaña, como anhelo, con mas interes que el de heredar un mayorazgo
            de 50,000 pesos de renta: pues todos los que no toquen, ni pueden creer las
            estrañas dificultades que médian para verificarlo, podrán siniestramente per-
            suadirse, que dimana de mi omision.
                    Hállome por otra parte sorprendido de la tenaz y maliciosa persecu-
            cion del comisario de guerra, D. José de Lagos, que egerce el cargo de Ministro
            de la Real Hacienda: porque anhelando sostener sus reprobables fines, envió
            al Sr. Visitador general, un estado de la tropa que existía aquí al sueldo acre-
            ditado, que ascendió su número á 8,457 hombres, y que se ha divulgado en
            esa ciudad, en la de Arequipa y en todo el reino, con el intento de criticar mi
            inaccion ocasionando un gasto tan considerable á la Real Hacienda, y tenien-
            do á mi órden un ejército capaz de socorrer la combatida ciudad de la Paz, y
            de emprender cuanto condujere á las convenientes ventajas de nuestra actual
            situación. Consegui esta noticia extrajudicial el correo pasado, y aunque la
            dudé, pedí al espresado Lagos un estado de la fuerza de este ejército; y aunque
            me la dilató, alegando, entre otros pretestos, el de sus muchas ocupaciones, le
            estreché á que me lo remitiese, y no hallando recurso, lo efectuó, verificando
            que solo ascendia á 1,473 hombres, incluyéndose los que cubren los impor-
            tantes puestos de Tinta, de Quiquijana, Urcos, Caycay, Tambo y otros. Envié
            á S. E. el espresado estado que desvanece su falsa imposición, que á esta hora
            habrá llegado á sus manos, y voy á remitir otro á Arequipa, para que se mo-
            deren en la impiedad con que hablan contra mi conducta, llegandose á lo mas
            vivo del corazon, verme en el sensibilisimo caso de haber de dar satisfacciones
            públicas, invirtiendo el tiempo que necesito para otros asuntos importantísi-
            mos sobre unos hechos de que, como los demas que me atribuyen, protesto
            que estoy sin culpa ante el tribunal de Dios y del Rey. Pues aunque es cierto



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