Page 324 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
                                                                         Inicio de la rebelión
            hemos salido de este Velille con Don Juan de Dios Valencia, y vamos. hasta el
            puente de Guacachaca; y si Dios nos favorece, cortaremos el puente de Cur-
            bamba y saldremos por Accha y Umacha; porque los propios de Arequipa y
            todos los víveres de Majes habían cogido esta conducta del Capi por Guaca-
            chaca al Cuzco.
                    Escribí a mi Señora de Pisquicocha, y dí cuenta de todo; los indios de
            Machacoyo están muy temerarios con los propios y pueden estar notificados
            para que se sosieguen, porque los avisos y propios se atrasan; en cuanto a
            embargos y otros negocios descuide Vuestra Merced, y nos dé respuesta para
            todo nuestro consuelo. Por mi Señor Inca (Túpac Amaru) sé que está en Cara-
            baya. Dios quiera que esté bueno. Dios me la guarde a mi Señora por muchos
            años para mi alivio.- Velille, Enero 28 de 1781.- Puesto a sus pies besa las ma-
            nos.- Ramón Ponce.


                                                 §

                    Señora Doña Micaela Bastidas.- Muy Señora mía de mi mayor estima-
            ción. Me alegraré que Vuestra Merced goce de cabal salud; la mía queda para
            servirle con segura voluntad.
                    Señora mía, todo lo que me mandó el Señor Don Antonio (Bastidas)
            que mandase traer de Quipococha, así beneficiadas como algunas en pelo, y
            en jergas mandé traer a esta casa que son por todo 130 piezas fuera de las que
            han quedado en los Guayartes. El papel del embargo que entregué a Vuestra
            Merced no sirve, porque entró Don Antonio con bastantes soldados y lo des-
            parpajó, así la huerta como el maizal, y los cuantos únicos 10 cañones los ha
            llevado dicho Don Antonio, porque en el inventario había 20 cañones, y los
            10 se habían llevado los dichos soldados, y llaves de escopeta; lo mismo que
            dicho Señor dará cuenta de todo.
                    Yo llegué cuasi vacío, los indios septanas y los de casa piden de comer;
            y a Dios para empezar a barbechar, me dicen que les dé maíz o trigo, y dicen
            que hay en el troje, y no tengo la llave; y me dijo su hermano (Antonio) que
            me despacharía; y así vea Vuestra Merced lo mejor que pareciere que estoy
            pronto a servirle. Y también dicen los indios que están desnudos; si Vuestra
            Merced gusta les dará sus varas de bayeta y su pañete porque hay aquí tres
            piezas de pañete negro.





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