Page 210 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Volumen  3
                                                                         Inicio de la rebelión
             de gentes, con el reprobado fin de inspirar temor y respeto para que le sigan
             haciendolos incurrir en el feo, detestable y gravisimos delitos de infidelidad
             y alzamiento de la debida obediencia a nuestro benignisimo Soberano y pri-
             vándolos de las conocidas utilidades espirituales y temporales de que logran
             todos los que tienen el honor y gloria de vivir sujetos a su suave Dominio, y
             de la grande proteccion que les dispensa en sus Leyes, y encarga a sus Minis-
             tros en ellas, y en repetidas Reales Cedulas y Ordenes, respirando en todas su
             innata Real benignidad y clemencia, y reencargando la suavidad con que se
             han de ser tratados, sin tener otro objeto en los inmensos gastos que hace de
             su Real Hacienda para que se instruyan en los Dogmas de nuestra Santa Reli-
             gion, y vivan civil y christianamente apartados de todo genero de supersticion
             y engaño, que su propio bien y conveniencia, derramando a manos llenas sus
             piedades en los muchos y grandes privilegios que les tiene concedidos, y ade-
             lanta incesantemente atendiendo a su miserable condicion; de todo lo que
             les está despojando el mismo Tirano que los conoce, y se ha aprovechado de
             ellos infiriéndoles ademas el grave dolor de separarlos de sus pobres mugeres,
             hijos y familias, expuestas a padecer los mayores trabajos y penalidades, no
             pudiendo ni ser capaz de contrarrestar jamas las fuerzas que precisamente
             se han de dirigir contra las pocas o ningunas con que se halla, incidiendo
             sin embargo en el delirio de persuadirlos a que no obedezcan a los Corregi-
             dores y Justicias, para hacer a todos delinquentes, y conreos de su gravisima
             criminalidad, y a tener Reales Ordenes de su Magestad para sus enormes ex-
             cesos. Por tanto atendiendo a que los sequaces del perverso Tupac Amaru,
             proceden engañados de sus ficciones, y a que su Magestad (Dios guarde) se
             ha dignado ponerme aqui en su lugar para mantener a todos en paz y justicia
             y castigar severamente a quantos quebrantaren sus justas y sabias Leyes, y se
             mantuvieren en obstinacion y rebeldia; deseosos de que no compreenda a
             otros incautos el contagio de la Rebelion, y de que no llegue el caso de que
             experimenten el rigor de mi justa indignacion los que se han declarado por el
             partido de este Alzado, dando favor y ayuda a su atrevimiento y osadia, y a mi
             ocasion a que haya remitido, y a este aprontando mayor numero de oficiales,
             Soldados, Armas, Municiones y Pertrechos para operar en caso que preciso
             contra el dicho Rebelde y sus auxiliares, les requiero y exorto a que desde
             luego lo abandonen y se restituyan a sus Pueblos y Casas, en inteligencias
             que sino se separasen luego que se verifique la publicacion y fixacion de este
             Exorto en el parage mas cercano a su situacion, serán tratados como Apostatas



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