Page 183 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            nada seguras, sin embargo, de mi desvelo y cuidado, que este es incesante, y
            tal cual maldad de robo, que he averiguado se ha castigado con aspereza, y así
            siendo mi anhelo, dar una plena satisfacción de todo lo que está a mi cargo en
            esta ocasión no me será factible por este laberinto que nadie es capaz de re-
            mediar, porque no hay rincón habido que la gente no se haya puesto a traficar
            mas con el fin del robo, y del saqueo, que la curiosidad, así estoy aquí, en un
            continuo desvelo, que seguiré hasta no poder más.
                    Volviendo al rebelde, ahora tres dias, se hizo aquí una procesión so-
            lemne de las efigies mas devotas en que la fé, de este vecindario, siempre ha
            cifrado sus consuelos, con un novenario de rogativas, concluída la procesión,
            por la noche, llegaron cartas de tierra arriba, no por el Chasquero, que de or-
            dinario corre la posta, sino con un indio Cañari, porque el tránsito de aquel
            correo a esta se halla ocupado y embarazado del enemigo con centinelas do-
            bles, para estorbar y robar el caudal que, tal vez, se transite para allá, receloso
            de esto, el chasquero, que venía de Potosí, ha tomado otra precaución que le
            haya parecido conveniente, este Cañari trajo carta del Doctor Don Miguel
            Martínez, cura de la doctrina de Santa Rosa, Provincia de Lampa, al Adminis-
            trador de Correos Don Ignacio de Laseval, en que le anoticia haber apresado a
            dos sujetos, el uno primo del rebelde, y, el otro, su confidente, que estos pasa-
            rán a dicha Provincia de Lampa y las demás, con órdenes del principal con la
            suma para el general alzamiento, se dice que se ha remitido, al Corregidor de
            dicha provincia de Lampa, para un ejemplar castigo, Dios le de luces a aquel
            Juez, para que lo ejecute con toda rectitud, ya que en este, no sé por que fines,
            o más por la contemplación, debo decir, se calla y se oculta tanta insolencia y
            atrevimiento, que, en el instante, se debian castigar con un ejemplar echo, que
            es otro mayor dolor esto de no atender un asunto tan delicado con la exactitud
            que corresponde, y a fé, para figurar, ultrajar y vilipendiar a cualquier indem-
            ne procedimiento de hombres que propenden al desempeño de sus cargos,
            tiran por todas vias con infamia a destruir, que lugar tan desdichado este, tan
            abominable, aunque es mi patria, por solo reinar la perversidad cual en parte
            alguna del mundo: Parece que un Indio, cacique de la misma Provincia de
            Tinta, de la Doctrina de Coporaque, manifestando su cristiandad, celo a la fé
            católica y fidelidad a Nuestro Monarca, impuesto de los perversos designios
            del rebelde, oficiosamente, procedió a exhortar, pidiendo, por vía de auxilio,
            contra el perverso a los corregidores de Caylloma, Arequipa, Lampa, Azánga-
            ro, Carabaya y Puno, que las cinco en el día se consideran situando al enemigo



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