Page 98 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Volumen 2
Antecedentes
la primera, porque de otra suerte no pueden cumplirse. No se puede en la actuali-
dad verificar la mita en la séptima parte, porque apenas hay esta parte de la sépti-
ma como se podrá probar con poca diferencia, respecto de Indios originarios y en
la competente edad para poder sostener el trabajo de la mita, que debe reducirse
según su número al tiempo del «repartimiento» conforme a la Ordenanza.
El Corregidor de la Provincia que ve y experimenta la disminución y la
dificultad que cuesta haber de enterar los Caciques dicha mita, no dejaron de
informar siempre que se tenga por necesario. La distancia es un inconveniente
gravísimo, más de doscientas leguas de jornada y otra tantas de vuelta ocupan
gravemente la consideración de la lástima, y hacen demostrable el inconveniente
de la desolación de los Pueblos como la experiencia lo califica. Despídense o para
morir, o para no volver más a su Patria; venden sus chozas y sus muebles con unos
pasajes dolorosos por la contracción de voluntad que tiene el Indio a su pueblo, a
sus muebles y a sus animales. Cargan con sus mujeres y sus hijos, y ya con sólo un
indio mitayo sale del Pueblo una familia entera que podía propagarlo; así entran
en un camino de más de doscientas leguas de asperezas, de ríos, cordilleras y de
punas, que si a la ida lo pasan mal a la vuelta lo pasan, peor si ellos como regular-
mente sucede no cautelan el trabajo con quedarse, y no volver.
Si en tiempo en que eran indispensables las mitas por la inopia de trabaja-
dores se atendía más a la conservación de los Indios, es ahora superior a la razón
cuanto las labores son menos, y es abundantísimo el número de trabajadores de
que ha crecido el asiento de Potosí, para que aún esta distantísima provincia (de
Canas y Canchis) no estuviese tan indigente de Indios, se le relevase de dicha mita
conforme al expreso literal contexto de dichas Reales Ordenanzas; que, contraídas
al caso presente, opten los mineros trabajar sus minas con los muchos Indios que
se han .reducido y situado en el Cerro de Potosí que voluntariamente se alquilan,
cesando así el inconveniente de la falta de operarios que hizo forzosa en los pri-
meros tiempos, la mita. Bien conocen los mineros esta razón, pero quieren los
mitayos porque los tratan más que a esclavos; porque les pagan menos, y porque
al pretexto de los privilegios de mineros y por aparentar perjuicios en la extrac-
ción de los metales conservan la mita; para abusar del trabajo de los Indios, y
aunque las Provincias se aniquilen en daño y menoscabo de los Reales Haberes
de Su Majestad en los innumerables tributarios que pierde. Tan poseídos están
los mineros de pronta contribución de la mita que teniendo obligación de pagar
la ida y vuelta de los mitayos que llaman leguaje, en nada menos piensan que en
cumplirla, tanto que por este Superior Gobierno, en decreto de 25 de Agosto de
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