Page 524 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II

Volumen 2
Asuntos económicos
servidor.— José de Lagos.— Sor. Dn. Jorge de Escabedo. Una Rúbrica. Es co-
pia fiel de su contesto y original Documento.— (fdo.) Lagos.

No. 1
DN. FERNANDO YNCLAN Y VALDES, CABALLERO DEL ORDEN DE
SANTIAGO, TENIENTE CAPITAN GENERAL CORREXIDOR Y JUSTICIA
MAYOR DE ESTA GRAN CIUDAD DEL CUZCO Y SU JURISDICCION
POR SU MAGESTAD

Por cuanto la revelión de José Tupa Amaro Casique del Pueblo de
Tungasuca Provincia de Tinta ha puesto en movimiento y consternación esta
Ciudad y algunas Provincias de su inmediación conminando a su Partido las
Gentes de sus Territorios y demás excesos con que aspira conmover el ánimo
universal para engrosar sus fuerzas y con ellas abatir el Estandarte de Jesu-
cristo y el Real Pavellón de nuestro Católico Monarca el Señor Don Carlos
Tercero, de cuyos proyectos ha dado las más evidentes pruevas, con la de que
hoy se halla con un exército de más de seis mil Hombres acampado en la cer-
canía del Pueblo de Tungasuca, llebando la mira de abanzar a esta Ciudad. En
estas circunstancias tuve a vien formar una Junta de Guerra para que con la
uniformidad de votos se diesen las más oportunas Providencias, para destruir
los Proyectos del Revelde. Aprehender su Persona, conserbar la Religión, los
Dominios del REY, y la causa pública. Para el logro de tan sagrados objetos,
no he perdonado ofizio ni diligencia y en los mismos términos ha procedido
la Junta de Guerra, hasiéndose émulos unos de otros, no solo con algunos cau-
dales propios que generosamente sacrifican con mucha gloria suya, para los
gastos que se impenden en la Defensa de la Patria y demás dominación, sino
que también a exemplo mío, y por el mismo honor que todos respiran, expo-
ner sus vidas sin ningún temor y con mucho gusto a todos, los riesgos que se
presentan. Con el mismo ardor está procediendo el Illmo. Señor Obispo de
esta Diosesi cuya célebre ‘actividad inflama nuestros corazones en todas sus
providencias las más sabias, las más Santas, y las más prudentes, ayudando a
nuestra defenza, no solo con sus eclesiásticos, sino también con un Donativo
más allá de’ la que alcanzan sus fuerzas, conmoviendo también el ánimo de los
Señores Ecléciásticos, Prelados, y Prelados de las Religiones de esta Ciudacl a
cuyas Pastorales amonestaciones, se deve el ausilio de veinte y tantos mil pe-
sos que exhiben a los Pies del Rey para la conservación de sus Dominios. Por

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