Page 47 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            y que de ello de iban ya experimentando conocidas utilidades, le dió el Excelen-
            tísimo Señor Conde de Aranda en carta de veinte y cinco de Octubre de mil se-
            tecientos sesenta y ocho las mas expresivas gracias a nombre del propio Consejo,
            esperando continuaría su zelo en beneficio del Público.
                    Que con ocasion de haberle S. M. elegido para Obispo Auxiliar de Arequi-
            pa, le manifestó el dicho Virrey en Carta de dos de Julio de mil setecientos y seten-
            ta la complacencia que habia recibido con esta noticia, y lo mucho que celebraria
            recayese en él aquel Obispado, que a la sazón estaba vacante.
                    Que hallandose enfermo, certificaron en Catorce de Mayo de mil sete-
            cientos setenta y uno tres Medicos de la Ciudad de La Paz, que su mal provenía
            de gota, y que para restablecerse le serían favorables los temperamentos blandos,
            como el de Arequipa, y otros, y muy nocivos los fríos, y ardientes, con riesgo de
            perder la vida.
                    Que hallándose de Obispo Auxiliar de Arequipa, hizo con las debidas so-
            lemnidades capital de su patrimonio, y constó ser•el de quatrocientos catorce mil
            trescientos y quarenta y seis pesos, seis reales, y tres quatrillos.
                    Que hecha la cuenta de las rentas Decimales del Obispado del Tucumán
            por un quinquenio, hasta el año de mil setecientos setenta y dos, no correspondie-
            ron a la Mitra en cada uno seis mil pesos cabales.
                    Que habiéndosele nombrado para esta Iglesia, por la urgente necesidad de
            tener que asistir al Concilio Provincial de Charcas, a que estaba convocado por el
            Metropolitano, le fue preciso tomar posesion de la Diócesis el dia veinte y dos de
            Agosto de mil setecientos setenta y tres en la Ciudad de Jujui, y no en la Capital
            de Córdova; a cuyo acto asistieron tres Capitulares de la Catedral que estaban allí,
            venciendo la fragocidad del camino que hay desde Arequipa hasta el Tucuman, y
            de allí a Charcas.
                    Tambien el Gobernador actual del Tucuman D. Gerónymo Mataorras en
            Carta de primero de Octubre del propio año de setenta y tres informa de la buena
            conducta del expresado Reverendo Obispo; manifestando los favorables efectos
            que han resultado a la disciplina Eclesiastica, y al arreglo de costumbres con las
            providencias que ha tomado en la Visita general de la Diócesis, que ha empeza-
            do, correspondiendo en ello a las buenas esperanzas que se habían prometido de
            sus particulares prendas, y pastoral zelo; Que sin embargo de sus tareas, empren-
            dió (lo que no hicieron sus dos ultimas antecesores, no obstante hallarse con una
            Real Cédula, y repetidas Provisiones de la Real Audiencia del distrito) formar, con
            detrimento de sus propias rentas, unos Aranceles Eclesiasticos, tan equitativos,



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