Page 43 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
de Maestre-Escuela, también a Consulta de la Camara de doce de Diciembre de
mil setecientos sesenta y tres, en que asimismo llevó primer lugar; y en iguales
términos fue ascendido al Arcedianato a Consulta de doce de Octubre de mil sete-
cientos sesenta y cinco; y despachado el correspondiente Título, tomó la posesión
en quatro de Febrero de mil setecientos sesenta y siete.
Que el actual Virrey del Perú D. Manuel de Amat informó a S. M. con
fecha tres de Agosto del referido año de mil setecientos sesenta y tres, que este Pre-
bendado era uno de los que más se distinguían entre los de aquel Reyno, y digno
de ser promovido a las primeras Dignidades Eclesiásticas; pues ademas de ser de
las más ilustres familias, y descendiente por ambas lineas de los primeros Con-
quistadores de aquellas Provincias, era de vida exemplar y había desempeñado
con entera satisfaccion de sus Superiores los cargos de Parroco, Visitador General,
y Provisor del mencionado Obispado de Arequipa.
Que tambien informó el Reverendo Obispo de Arequipa D. Diego Sal-
guero las apreciables circunstancias, asi heredadas, como adquiridas de este Ecle-
siastico; expresando con fecha veinte y seis de Febrero de mil setecientos sesenta
y seis ser de recomendable juicio, virtud, literatura, y apacible genio, por lo que se
habia grangeado la comun estimacion: que a esto se agregaba su notoria caridad,
acreditada en quantiosas limosnas, y con la dotacion de cinco Catedras para la
Universidad, que precedido el Real permiso, se intentaban fundar en aquella Ca-
pital, a cuyo fin hacia donacion de treinta y cinco mil pesos; y que por todas sus
circunstancias le consideraba digno de ocupar la Silla Episcopal.
Que luego que se verificó la expulsion de los Regulares de la Compañia
de aquella Ciudad de Arequipa, deseando el referido Prebendado D. Juan Manuel
de Moscoso no faltase la instruccion de las primeras Letras al crecido numero de
niños que concurria a la Escuela que allí tenian los Expulsos, solicitó que el Virrey
le mandase entregar las Aulas en que la tenian, ofreciendo costear, no solamente
los Maestros, sino tambien los libros, plumas, papel tinta, y demas que fuese ne-
cesario, para que nada faltase, interin se tomase otra providencia: que en su vista,
aceptando el Virrey a oferta, y dandole las correspondientes gracias por una gene-
rosidad tan util al público, mandó por Decreto de tres de Octubre de mil setecien-
tos sesenta y siete se le entregase la referida Escuela; y entregada efectivamente en
diecisiete del siguiente mes de Noviembre, se puso corriente, y al cuidado de un
Eclesiastico Maestro de primeras Letras; al qual, y a un Contra-Maestro, o Pasante
asignó un competente anual salario; y costeaba como ofreció todo lo necesario en
aquella Escuela; que ademas pagaba al propio Maestro Eclesiastico la Misa que
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