Page 39 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
Consta tambien que estuvo empleado por espacio de mas de ocho años
en Buenos-ayres en calidad de Diputado y Apoderado del Consulado de Cadiz,
atendiendo con vigilancia al recibo, subsistencia, y despacho de los Avisos, que
para asumptos urgentes del Real Servicio se despacharon desde el año de mil,
setecientos y cinquenta, y dos, al de mil setecientos, y sesenta, no haviéndole dado
muchas veces mas que el corto plazo de ocho dias para habilitarlos y sucedido
tener tres apresstados á un mismo tiempo.
Que con licencia del Governador Don Pedro Cevallos, despachó en el año
de mil, setecientos, y cinquenta, y ocho una embarcacion, desde Buenos-ayres al
reconocimiento de la Bahía de San Julian, y Costas del Sur, lo qual hizo á sus ex-
pensas, y levantó planos de la misma bahía, trayendo á su regreso un Indios de
estatura gigantea, que voluntariamente quiso pasar á su bordo, de todo lo qual
dio cuenta, con los planos, y diario, al enunciado Teniente Coronel, y al Virrey
de Lima, y despues, en el de mil setecientos, y sesenta á la misma empresa, retor-
nando al Indio, á quien havia civilizado, manteniéndole once meses en su casa;
y dió varios regalos para los Caciques de su tierra; y aviendole puesto en ella un
temporal, que obligó á la embarcacion á amollar en popa, la hizo arribar á Santa
Cathalina, y se frustró esta empresa, en la qual, y la antecedente, gastó Don Anto-
nio al pie de veinte mil pesos.
Hallandose el nominado Don Pedro de Cevallos en el año de mil, sete-
cientos, y sesenta, y dos, con noticias de haverse roto la guerra con ingleses, y
portugueses, y ordenes de la Corte, para poner en buen estado las Milicias de su
distrito, reeligió al mismo Don Antonio por Capitan de una de las Compañias
de Forasteros, y á cuyo efecto le dió el Titulo correspondiente en veinte, y seis de
Mayo del año citado, y en virtud de él levantó una de ciento y veinte hombres, los
mas naturales del Paraguay, y de la mejor talla, y circunstancias, a quienes vistió,
disciplinó, y presentó en estado de hacer el servicio, como lo hizo en la Fortaleza
de Buenos-ayres, en quanto se puso á su cuydado y en el sitio de la Colonia. 1
Sucesivamente le dió orden al proprio Governador, para que dejando
su Compañia á cargo del Teniente, pasara á tomar el mando de doce embar-
caciones, que se aprestaron para transporte de Tropas, y defensa del Rio de
la Plata, y toma de la Colonia del Sacramento á los Portugueses, concurrió á
ponerlas en estado, y continuó en ellas su mérito, hasta que perdida su salud y
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1. Alusión a la Colonia del Sacramento. [Nota del editor de la primera edición].
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