Page 351 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
P. 351
Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
estos los que tuvieron parte, y encontrados le han dicho al Corregidor en su
cara que él tiene la culpa de todo, y que se lo probarian, sobre lo cual se me
asegura que se ha hecho correo a este jefe; pero sea lo que se quiera, a mi me
será dudable que si no lo manda averiguar, lo han de decir los que no quieren
permanecer, o tenerse por manchados con la nota que ha contraído aquella
Población. Yo he estado predicando aqui esto propio desde el principio; mas
como el Gobierno es contemplativo de los criollos por estar todo entregado a
ellos, no se dá paso activo a nada, y la verdad que ofende mucho esta lentitud;
pues si al propio tiempo que corrió en las provincias este alzamiento, hubiese
corrido tambien que partia desde esta Capital tropa y un ministro autorizado
a castigar los Rebeldes, no me es dudable que las demás, y sus mal contentos
hubieran parado el oido a ver las resultas, antes que emprender la osadia de
sus pasquines y negros estratagemas, creyendo que lisonjeaban asi a este jefe
incauto, que se ha dejado escuchar su dictamen de cuantos han querido, ex-
plicandolo injustamente y sin conocimiento; sobre que no esta América en
estado de sufrir los derechos que se le han mandado imponer, siendo asi que
ninguno mas es éste que el seis por ciento en lugar del cuatro de Alcabala
que antes satisfacian en la forma que dispone la Real Cedula de 26 de Julio de
1776.
Advertido por estos ingratos vasallos que el Virrey esta de su parte,
despiertan hasta los que no repararian en pagar estos derechos pensando con
todos, y muchos más por creer que no deben dejar de ser del partido que por-
que les nazca del corazón o de las secretas reflexiones que ellos se hacen para
si, pues tanta es la adulacion que aun en esta la ponen, como que de no son
observados por los absolutamente decididos, y temen indisponerse con ellos,
cuyas resultas les suelen ser sensibles como les enseña a cada paso la experien-
cia.
Esta adulacion y la libertad con que se habla y se permite hablar aqui, y
en todo el Reino de los Derechos Reales que han estado hasta ahora tan aban-
donados que sólo se cobraban cuasi de los desvalidos de favor, proteccion y
poder, y la licencia con que se miente en las provincias; abultando lo que se es-
cribe de la Capital sobre que está preso al Visitador (Jose Antonio de Areche);
que se le ha suspendido el sueldo; que el Virrey le ha recogido todos los pape-
les de su Visita; y se le pone en Partida de Registro con otras patrañas de esta
clase, son causa de todo lo que se experimenta que aunque ridiculas vencen
la credulidad en los incautos, como que hallan disposicion para que los ocupe
350