Page 285 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
y domestica. Cuando mas los nuevos establecimientos podrán ser la capa de
Esquilache en Madrid, que sirvio de pretexto al perverso espiritu que animo
la sublevacion.
En una proposicion, yo juzgo seguramente que la causa y la raiz de
este veneno, consiste en el odio inexplicable de los criollos a nosotros. Vea
usted aqui todo el fondo de los males en este solo registro fecundisimo en su
sustancia. El Indio no se movera jamas sin este apoyo. El criollo mas elevado,
es el más temible contrario de todo lo que suene a España. Es tan artificioso, y
de tan ocultos senos en esta parte, que en el momento mismo en que publique
edictos de lealtad, estara conspirando contra todas las providencias del Rey
y sus Ministros, siendo mas facil hacerle perder la vida que descubrirle sus
intrigas.
No obstante en el suceso actual no les permitio su pasion mucho lugar
a la cautela; porque abiertamente y en las mayores concurrencias, justificaban
terriblemente a los de Arequipa, aquellos mismos a quienes el Rey ha llenado
de honor hasta lo sumo, con tan poca reserva, que lo menos que se les oia, fue
la tirania de la aduana, y lo insufrible de tanta gabela. No ha habido para mi
cosa mas extraña; y si una vez sostuve con demostración la injusticia de sus
discursos, saque buena experiencia para callar en lo sucesivo.
Ello es evidente que el americano es superficial en todo, menos en la
oposicion nata al español, que sabra tener a esta hora coligados los partidos y
los pueblos, y nada divisaremos de lo que pasa. Los principales seran siempre
los clerigos, porque en este Pais la vara del Rey de los Corregidores, es vara
de mercader, y es por otra parte imposible que se atrevan con la prepotencia
de mi Estado. Este no tiene más leyes que el arreglo y el capricho, ni consulta
mas, que el propio interes. El vasallo no reconoce mas Señor que el que viste
mi uniforme, y el apice de perdicion que le resta a este Pais, lo causara el Esta-
do Eclesiastico, unico autor de todos los daños que padece.
Ya ve Vuestra Señoria que todo lo postergo a la justicia y verdad de
mis opiniones. Lo mismo hiciera en lo que juzgo acerca de sus remedios, pero
es Vuestra Señoria muy superior a mi en la transcendencia y en el acierto.
Comunico unicamente los hechos, porque estos no puede Vuestra Señoria
saberlo, sino es por relaciones, y no es tierra esta donde haya muchas ingenuas
y verdaderas. Lo que si añadiré es que esto necesita providencia fuerte, y pron-
tisima; fuerte porque la que no lo fuese exaspero el mal en que nos hallamos;
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