Page 290 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Volumen 2
Antecedentes
Que la causa de su prisión consiste en que ahora dos o tres años tuvo
conocimiento y amistad con don Lorenzo Farfan, con ocasión de haberle ven-
dido cuatro yuntas de bueyes y desde entonces se saludaban siempre, le re-
convenia por tres pesos que le quedó a deber de dicha venta y con este motivo
bajo el confesante a este ciudad desde el pueblo de su residencia la segunda
semana de cuaresma de este presente año, y buscó a dicho Farfan en la casa
nueva de la Aduana para cobrarle dichos tres pesos, y lo hallo en un cuarto
alto en compañia de don Juan Antonio Cayer parlando con él como a horas de
las siete de la noche que a poco rato se despidió dicho Cayer, y quedó el con-
fesante con Farfan, quien le pagó dichos tres pesos en garbanzos y pallares y
despues de este pasaje cerró el cuarto Farfan, y salió con el confesante hasta la
puerta de la calle en donde le preguntó como le iba con Corregidor, respondió
el confesante -como a todos pues van a su negocio. Que entonces le dijo Farfan
al confesante - A de saber usted que hay una novedad y es que viene de un mil
y quinientos pesos, y otros con el de dos mil pesos y ya se podia inferir que
cosas vendrian a imponer. A que repuso el confesante que se ha de hacer todo
se debe aguantar. Que Farfan replicó diciendo al confesante - ¿I no sabe usted
que ya hay juntas para no consentir aquí a dichos diez y seis aduaneros? Que el
confesante movido de curiosidad le preguntó y quienes son los de esas juntas.
I Farfan le dijo:- si los quiere usted conocer vaya el Domingo a las ocho de la
noche a la pampa del hospital. Que el confesante le respondió que lo haria y
le encargó Farfan que fuese solo y que habiendo quedado la conversación en
la que lleva referido contrajo al confesante Farfan para que entrasen a la casa
del Escribano Tomas Villavicencio; y habiendo entrado con efecto a ella a la
media hora de estar conversando con Villavicencio envió a comprar Farfan
una baraja y con ella se divirtieron jugando el renegado entre los tres hasta el
amanecer, de modo que al rayar el dia se mudó de la citada casa el confesante
y tras de el dicho Farfan. Que la noche del citado domingo tercera semana de
cuaresma fue el confesante con farol encendido a la casa de Fermin Samalloa
para ajustar con el unas cuentas que tenia pendientes y no habiendole encon-
trado a parlar un rato con su cuñado Juan de Dios Ochoa, despidiendosé dé él
y entró a la casa de unas madamas llamadas las Valderrama, y en el seguan se
acordó de lo que Farfan le dijo y tiró con el farol en la mano a ver y reconocer
si habia gente en el seminterio del hospital de naturales o en la calle ancha
que tira para abajo a que hace espalda el cerco del Monasterio de Santa Clara;
y habiendo reparado al confesante dicho Farfan le hizo seña con un silbido y
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