Page 205 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            por algunas casas de la Ciudad, causando confusion y cuidado en algunos de
            los Individuos que estaban amenazados en los Pasquines, principalmente los
            Oficiales Reales que habiendo sido perseguidos y buscados con solicitud, za-
            faron del modo que pudieron.
                    El Corregidor lleno de confusiones ya por las causas de la sublevacion
            que el por si solo no podia remediar, ya porque veia su vida y hacienda en
            evidente peligro de perderla, y yá por otros muchos motivos qe. son faciles de
            comprehender, dió incontinenti las ordenes que requeria un asunto de tanta
            gravedad, y pasó acompañado de los Alcaldes Ordinarios en la mañana del
            dia quince a la Aduana, recogió todos los papeles que no se quemaron, y los
            entregó á los Oficiales Reales que se hallaban presentes. Concluida esta dili-
            gencia, se retiraron a poner en execucion cada uno por su parte lo que fuere
            conveniente en tal oportunidad.
                    Corrió la voz en todo el dia quince de que habían de quitar tambien
            la vida a Cosío, Goyoneche, y Alvizuri por Amigos del Corregidor y de Pan-
            do. Con este aviso, ya se dexa conocer la consternacion que padecerian sus
            corazones: y en efecto se encerraron en sus casas esperando por instantes el
            golpe. A las diez de la noche del mismo dia se oyó un raro tumulto y griteria
            por la calle de Sn. Francisco y acometió con amago á la casa de Lastarria. Salió
            de allí, y pasando por la Casa de Cosio, tiraron en derechura para la del Co-
            rregidor, cuya vida estaba sentenciada en los ultimos Pasquines que corrian.
            La encontraron cerrada, y pegando fuego a las ventanas y puertas no se halló
            viviente, porque todos ocultandose la habian desamparado; pero la saquearon
            de manera que no le dexaron clavo en pared.
                    Concluyeron su fagina a las dos de la mañana del diez y seis, y pasando lue-
            go a la calle los Mercaderes, robaron la tienda de Canderros, sin dexar andamio que
            no hiciesen pedazos. Despues proyectaron pasar á la Casa de Cosío, y lo gritaban
            con tan altas voces que desde las bobedas de su misma Casa se oian estas palabras:
            Vamos a la Casa de Cosío; pero este no la desamparó, aunque la tubo cerrada con el
            fin de que luego que se sintiese el primer golpe á la puerta, poderse pasar con toda su
            familia al Palacio del Sor. Obispo para cuyo fin estaban prevenidas, y aun puestas ya
            las escalas por estar contiguas. El Caudal que habia en su casa, á excepcion de la tien-
            da que no huvo tiempo de recojer, estaba ya bien asegurado. Dexaron este proyecto,
            y de la Calle de Mercaderes pasaron á la Carcel, echaron todos los presos, y despues
            de esto iban á dar sobre las Caxas Reales que no tubo efecto por falta de tiempo, pues
            ya eran mas de las quatro y media de la mañana.



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