Page 149 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. II
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
Confesamos á V. M., que si por desgracia nuestra no tenemos por párroco
al Dr. Merlos, y por ayudantes al Dr. Vega, hoy fuera el dia triste, porque el empe-
ño de vuestros Ministros era acabar con los infelices indios; y estos por libertar sus
vidas, quizás, Señor, hubieran cometido algunos estragos: siendo muy regular nos
ayudasen á la defensa todos los indios de vuestro vasto reino, de lo que hubiera V.
M. hecho el mayor sentimiento, pues la pérdida de tantos millones de pesos y de
tantas miserables almas, era regular traspasase el corazon piadosísimo y cristiano de
V. M. Pero nosotros creemos firmemente que el ánimo de vuestros Ministros y del
corregidor ha sido destruir la poderosa y rica corona de V. M. Pues, ¿qué otra cosa
quiere decir tanto abandono de los indios, y no permitir se defiendan? Mas, Señor, el
santo párroco y ayudante que tenemos, han sido los únicos que nos han consolado,
que nos han contenido y sugetado, que nos han enseñado la obediencia ciega, y han
sido los únicos que de nuevo han conquistado este vuestro reino; que se hallaba mas
que inquieto con los robos de vuestros corregidores.
Tambien nos ha servido del mayor consuelo, haber tenido por escribano á
un sugeto de sanas intenciones y honrada conducta, que lo es D. Isidro Serrano, y
que hasta el dia se mantiene en nuestra compañia; pues este sujeto nos ha sacado de
muchos errores, y nos ha dirigido por los caminos mas puros y mas suaves. Y cono-
ciendo esto vuestra Real Audiencia, ya sabemos que le amenazan con que le corta-
rán la mano, sin otro motivo que haver esplicado nuestros sentimientos y miserias,
por varios informes que ha hecho á nuestro nombre, y por nuestra determinacion
á la Real Audiencia. ¡Qué mas pruebas quiere V. M. de despacho de sus ministros,
que han pretendido con su total ruina defender el caudal de un particular! D. Tomas
Catari y toda esta, comunidad de Chayanta piden rendidamente á V. M., sean re-
prendidos los que fuesen culpados. Piden á V. M., quite en el todo los repartos. Piden
que V. M. mande que sus Ministros de la Real Audiencia den plena satisfaccion á los
inocentes que han puesto en prisiones en Chuquisaca; pues ninguno de ellos nos ha
influido, ni aconsejado cosa mas leve contra ninguna de las dos Magestades. Piden
que vuestra real clemencia coloque en una catedral inmediata de esta provincia á
nuestro cura, el Dr. Merlos, y á su ayudante, el Dr. Vega, que así tendremos cercanos
unos protectores de nuestra inocencia. Piden que vuestra piedad reprenda á los Mi-
nistros, por la demora que hemos esperimentado en no habernos enviado el perdon
general, que con tanta ansia hemos solicitado y tambien por no habernos enviado
en cerca de cuarenta dias un Justicia Mayor que nos administre justicia, como lo
hemos pedido en varios informes, y ya de nuestro doctrinero. Y piden finalmente,
que á nuestro escribano, D. Isidro Serrano, se le confiera el signo de Escribano
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