Page 718 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Volumen 1
Oficio de visita de Jorge de Escobedo
temperamento que permitia su confusion, y quedan ya hechos los inventarios,
presentada la cuenta de la sala de armas, y acabando de formarse la de los al-
macenes, con lo que están remediados los perjuicios que el Erario ha sufrido,
y asegurado un manejo que no es de poca consideracion, con las providencias
que á este fin he dado, y á V. E. remitido con el núm. 118 y 339.
Papel sellado unido al estanco de tabacos, y reglamento que se está for-
mando, con otras providencias que han aumentado sus valores.- Entre los ra-
mos estancados no puse el papel sellado y breas, porque ignorando la Instruc-
cion, á lo ménos el segundo, no pude hablar de ellos; pero yo daré razon del
cuidado que ambos me han debido, y el primero diré que corre unido, como
los demas que he dicho, á la direccion de tabacos, y aunque ya hallé tomada
esta providencia cuando vine á estas comisiones, no he omitido cuidados para
su arreglado manejo, y á más de mis continuadas providencias para que los es-
tanquillos y administraciones estén completamente surtidas en todas partes,
estoy trabajándole las ordenanzas é instrucciones, para que se tengan cumpli-
das y estén manuales las reglas fijas de este ramo, y con ellas se evite el que su
giro y progreso tengan atrasos ó se perturben, y veo ya que los consumos se
aumentan, y no bajarán en adelante cuando los subdelegados de los partidos
no vivan tan descuidados de lo instrumental y judicial, como vivieron los ex-
tinguidos corregidores.
Estanco de breas unido tambien al de los otros ramos, y medios que se
han tomado para su subsistencia y conciliarlo con los intereses del erario de Qui-
to.- Las breas se han estancado por providencias que la hallé dadas por mi
antecesor, y se originaron unas disputas y pretensiones que movieron, tanto
el interesado que tenía en arrendamiento la mina de la punta de Santa Elena
como el gobierno de Quito, en cuya jurisdiccion está; pero aunque en el pron-
to se cortaron todas, y verificó el estanco con la existencia que en esta capital
se halló y recogió de aquella especie, no se dió regla para lo sucesivo, y así, ni
el regente de Quito dejó de reclamar el interes de su erario, ni el estanco del
Perú aseguró sus abastos, y siendo sólo suficientes para cinco años los acopia-
dos, habia de inutilizarse al cabo de dicho tiempo, si ántes no buscaba nuevos
repuestos y vencia la oposicion que para hallarlos se presentaba de parte del
erario de Quito por la mayor abundancia y preferencia de su mina de la Punta
á la de Amotape, propia de nuestro vireinato, y á este fin hice al regente las
propuestas que V. E. recibió ya con el num. 76, procurando en ellas conciliar
la permanencia del estanco con la utilidad ambos erarios; y posteriormente
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