Page 713 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            gastos más urgentes y cuantiosos de la rebelion, con cuyo motivo arreglé los
            batallones de milicias, levanté una compañía de caballería y otra de artilleros,
            cerré la villa con trincheras y puertas, por el inminente riesgo que le amenazó
            de ser invadida de los rebeldes, fundí cañones, proveí la sala de armas de más
            de 500 fusiles, sables y otras, con todas las municiones y repuesto necesario
            para la defensa, hice almacenes de víveres para algunos meses temiendo un
            asedio, y estas precauciones, con mi incesante cuidado, andando á caballo dia
            y noche, preservaron aquella poblacion, y aunque no fueron pocos los riesgos
            en que algunos meses tuve mi vida, ni me faltaron estímulos para conservarla
            con la huida, jamas pensé sino en sacrificarla en servicio de nuestro amable
            soberano, y logré al fin la gloria de que siendo Potosí el lugar más apetecido
            de los rebeldes por su situacion y riqueza, y el más expuesto á conmoverse por
            la multitud de indios que encierra, y los que de la mita habia entónces de las
            mismas provincias sublevadas, fuese tambien el más tranquilo refugio de to-
            dos los perseguidos y el comun auxilio con que en armas, municiones, víveres
            y dinero socorrí las provincias inmediatas, y áun las mismas expediciones de
            tropas veteranas, con que se libertó la ciudad de la Paz, y se castigó á los insur-
            gentes.
                    V. E. ha visto los testimonios de fidelidad que dió aquel vecindario, y
            que habiéndose allí puesto la aduana y otras muchas providencias de visita,
            nunca se oyó queja contra ellas, y aunque por lo mismo que de parte de los
            indios no hubo conmocion, podrán tal vez obscurecerse los riesgos que se
            padecieron y los servicios que se hicieron, no obstante, son bien públicos y
            todos saben las fatigas que sufrí en aquella fatal época, y que sólo mis extraor-
            dinarias diligencias pudieron salvar la villa, descubrir el principio de la conju-
            racion de Catari, de que dí la primera noticia á la audiencia de la Plata, y por
            último, despues de haber preso y castigado al principal capitan y compañero
            de aquel traidor, y de haber con mis cartas contenido á los indios, y áun hecho
            me entregáran los tributos de la provincia de Paria, Chayanta y Porco, puedo
            sin exageracion asegurar que el buen estado en que por mi visita puse aquellas
            oficinas, conservó al Rey sus dominios, pues á no haberles dado tantos au-
            mentos, no hubieran podido sufragar á todos los gastos de aquel vireinato, y
            sin contar otros menores, darán la prueba de esta verdad 4.501.028 pesos 5 rs.
            que en ménos de cuatro años remití por los situados á Buenos Aires, y 391.333
            pesos un real que cuando salí llevaba ya dados al presidente D. Ignacio Florez
            para las expediciones de su mando.



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