Page 667 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
práctica aquella nueva disposición, y aunque no aseguraré la cumplan todas
las cajas y administraciones, se ha reparado por mi teson, y castigo de los omi-
sos, el atraso en que todos estaban, y empezando por las cajas Reales de Lima,
he averiguado repetidamente el estado de sus labores, diputando algunas ve-
ces contadores del tribunal para que las reconozcan y examinen en el método
con que se llevan, y la proporcion con que se reparten entre los subalternos.
Ya dije arriba que mi antecesor, cuando formó su reglamento, distrajo
algunos contadores de resultas á otras comisiones, y una de ellas fué la de
la caja Real, que tocó á D. Diego Francisco de la Vega, y es innegable que su
notoria habilidad, aplicacion, constancia é inteligencia mantuvieron expedito
y ordenado el despacho de la caja, y llegué á esperar que el buen método esta-
blecido por este ministro bastaba para que imitándolo el oficial mayor antiguo
de la caja, continuase ésta bien servida, aún restituido Vega á su plaza de con-
tador de resultas, adonde volvió en efecto para que el tribunal no careciese de
su mano, cuando la otra oficina podria seguirse sin él.
Pero sucesivamente fuí notando que las cajas iban contrayendo gran-
des atrasos en su despacho y giro; que los libros no andaban con el dia; que los
ministros principales agotaban su atencion y su vista sobre la caja del Tesoro,
sin extenderla á metodizar y facilitar las tareas de los subalternos; y entregados
al oficial mayor por una especie de hábito, con que muchos tiempos ántes se
habian acomodado con su genio y manejo, él repartia, movia ó dormia los do-
cumentos y papeles, distribuyendo sin discrecion, embarazando muchas ma-
nos en negocios leves, y sin proporcionar los más ágiles empleados y de mayor
talento con las atenciones que exigen prolijidad, combinacion y celeridad.
Los mismos ministros principales no pudieron ménos de conocer que
su oficina giraba con mucho entorpecimiento, y como ella reune en sí el ca-
racter de tesorería general de ejército figuraban en el ramo de guerra la fuente
de los embarazos que resentia la administracion de cuenta del propio ramo, y
de los demas que tienen entrada y salida en esta caja matriz.
Por fin, llegaron á proponerme, en principio de este año, division de
tesorería y otros proyectos mal combinados y nada necesarios para corregir
el vicio del giro de la oficina, el atraso de los asuntos de sus libros, el de la
ordenacion de las cuentas y el de todos los demas estados y razones que las
cajas deben suministrar; y como todo esto se dejaba observar, sin embargo
del reglamento que mi antecesor expidió para estas cajas, me precisó esta
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