Page 479 - La Rebelión de Tupac Amaru Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
Hubo públicos indicios de sus autores que fueron eclesiásticos; pero
no obstante hemos visto las consultas dirigidas al Rey por el Juez pesquisador,
que fué un Oidor de dicha Audiencia; y por respeto de los reos se pintaron los
sucesos tan distantes de la verdad que, aunque ignoramos la resolución de Su
Majestad sobre aquella causa, tememos quedase muy agraviada la Justicia, sin
culpa de parte del Ministerio, porque los autos es creíble fuesen vestidos con
los mismos vicios que las Consultas, según lo publicaron unas notas con que
fueron juiciosamente adicionadas.
No creemos suceda así en nuestro caso: ya por la integridad notoria
del Señor Juez que ha practicado las pesquisas; ya por la incomparable jus-
tificación del Soberano que tenemos; y ya por la perspicacia de los Señores
Ministros que han de conocer la Causa. Pero, sin embargo, en obsequio de la
Justicia me he propuesto manifestar al Mundo la «Verdad Desnuda» sobre los
agresores del execrable homicidio de Don Antonio de Arriaga, a fin de que
grandes y chicos, sabios y necios, tengan idea cabal de una escena tan dolorosa
representada el 10 de Noviembre de 1780 en el pueblo de Tungasuca, uno de
los comprendidos en la provincia de Tinta y para desimpresionar a todos de
las imposturas y vicios con que la malicia de los émulos de Arriaga pretenden
obscurecer y manchar su honor, atribuyéndole la conducta más desarreglada
en varios papeles e invectivas que ha publicado su depravada cavilación.
Yo satisfaría cumplidamente este mi justo deseo, publicando solamen-
te dos representaciones dirigidas sobre el asunto a Madrid por Don Miguel
de Arriaga y Don Eusebio Balza de Berganza, hermano y sobrino de Coronel
Don Antonio de Arriaga, mediante estar concebidas con tanta veracidad, y
tan ajustadas a los hechos, que ellas solas son suficientes a destruir cuanto se
ha dicho, y se dijere contra el prudente proceder de aquel gran servidor del
Rey. Mas no obstante para librarme del excusado trabajo de recopilar los su-
cesos, vaya copiarlas como fundamentos de mis reflexiones, vigorizando sus
asertos con los documentos originales y copias fehacientes que se han hallado
entre los papeles de Arriaga, a fin de hacer más brillante su justicia, y que na-
die dude sobre los hechos que contienen, aun cuando se ofrezcan disformes
a la razón. Y concluiré el manifiesto con algunas pequeñas reflexiones sobre
todo.
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