Page 314 - José de la Riva Aguero - Vol-2
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Volumen 2
Documentos varios
cuando falta la lejitimidad, y ademas se agrega el delito de infrinjir el pacto
nacional hasta el estremo de convertirse el gobierno en su destructor, quedan
los pueblos autorizados para desobedecerlo; y este es el caso de la accion po-
pular. Ellos palpan que hai una notoria coaccion respecto á la observancia de
la Constitucion, y ven por otra parte los obstáculos que se han opuesto para
que sea reunida la representacion nacional; pues debiendo estar instaladas las
cámaras desde el 29 de Julio segun el artículo 34 del tit. 4°, no se ha verificado
hasta la fecha. De esto resulta, que hai graves obstaculos cuando no se han re-
unido, y asi lo creen los pueblos que ven en sus representantes, vilipendiados
por el Poder Ejecutivo, el preludio de nuevos trastornos para conducirlos á la
Convencion ó esclavitud que se les prepara.
Volviendo, Señor, á implorar de la Representacion nacional que haga
justicia, reproduzco todo cuanto tengo dicho en mi Esposicion, Memoria, Su-
plemento á ésta, y en la nota que dirijí al gobierno en 30 de Abril del presente
año, y de que acompaño cópia en el apéndice. La coaccion en que Fuente ha
colocado á las autoridades de la nacion que debian hacerme justicia, ó mas cla-
ro, siendo el lobo quien deba oir el reclamo de su obeja destinada al sacrificio,
no es estraño que el ministerio de gobierno haya desoido mis reclamaciones
para que se me devuelvan mis papeles y documentos privados, asi como una
cantidad de dinero de que he sido despojado por La Fuente, sin que hasta el
dia sepa con que autoridad ha procedido á quitarme la propiedad mas sagrada
que tiene el hombre, cual es la de sus papeles privados. A la sabiduría de las
cámaras representativas no se oculta, que este es un atentado que ni en Cons-
tantinopla se permitiria á ninguna autoridad subalterna, y menos á un coronel
como lo era La Fuente en el tiempo que se apropió de mis papeles y persona.
Señor: el descaro, con que ese malvado sostiene todos estos y demas excesos,
ha hecho que por todas partes se diga que en el Perú no existe República, ni
hai gobierno, porque en ninguno en que hai Constitucion se tolera tan atroz
injusticia; pues la representacion nacional dejaría de serlo si no corrijiese á los
malvados, y oyese á las víctimas que estos inmolan á su rapacidad é insolencia.
En el sentir de los mas célebres publicistas se disuelve el órden social cuando
la tirania llega al punto que las propiedades no son respetadas, y se ultraja el
honor del ciudadano. Este es el caso en que me hallo; pues como dice un res-
petable autor - «cuando un hombre poderoso me haya hecho víctima de un
acto arbitrario, seguramente tengo derecho de perseguir este delito por todos
los médios que podran darme las leyes, y mi valor».
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