Page 295 - José de la Riva Aguero - Vol-2
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             Vida y obra de José de la Riva Agüero
                    Lorenzo de Soria
                    Señor don Jose de la Riva Aguero
                    Gran Mariscal de los Exercitos del Peru


                                     Señor

             Suplica se lea          El Ciudadano Jose de la Riva-Agüero, Gran Maris-
                                cal de los ejercitos de la Republica, con el debido respeto
             Lima y Septiem-    dice: Que procurando poner termino á la hostilidad de
             bre 27 de 832
                                la Corte Suprema de Justicia, y hacer que cumpliese con
             Agreguese a sus  observar las leyes y tramites debidos á fin de que fuese ci-
             antecedentes y  tada la Sala de Revista, representó su procurador al Señor
             pase a la Comi-    Soria vocal mas digno de los Conjueses de ella, para que
             sion de Justicia  en virtud del auto ultimo de ese Supremo Tribunal dispu-
             donde pueden       siese la reunion de los demas conjueces y se procediese á
                                franquearle el textimonio del auto definitivo. En su con-
                                cecuencia el Señor Soria pasó la nota n° 1 al Presidente
                                Vidaurre, la que le fue debuelta abierta, expresandole que
                                el no queria entender en la materia. En seguida dirijió al
                                Tribunal la que vá con el nº 2 y le fue igualmente debuelta
                                en los mismos terminos, y al propia tiempo se asguera que
                                no solamente há increpado este paso legal del Señor Soria
                                sino que le amenazaron si lo repetia otra vez. Este nuevo
                                escandaloso atentado y esa nueva resistencia a lo resuelto
                                por el Congreso exije la mas severa correccion y un ejem-
                                plar escarmiento. Sin una medida semejante se consoli-
                                daria la arvitrariedad á un punto que fuese irremediable,
                                y burlado y desobedecido el Congreso por una persona ó
                                Tribunal como lo está en el dia, iria cundiendo ese funesto
                                ejemplo desorganizador y pronto se llegaria al extremo de
                                que desapareciesen totalmente la Constitucion y leyes; y
                                de que los criminales no solamente gozasen de impuni-
                                dad sino que ellos se convirtiesen en perseguidores en-
                                carnizados de la buena Ciudadania. Un estado semejante
                                seria, si se tolerase por un articulo una completa anarquia:
                                Una disolucion del pacto social; y un estado peor que aun
                                el mismo en que estabamos en el tiempo de la domina-
                                cion Española.


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