Page 111 - José de la Riva Aguero - Vol-2
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             Vida y obra de José de la Riva Agüero
            tancia en toda las acusaciones practicadas ante el mismo Soberano Congreso
            y en el convencimiento intimo de cada Diputado no hay argumento demos-
            tracion ni testimonio que sea mas vigente. Es quanto tengo que contestar á
            V.E. á su muy apreciable comunicacion de 4 del corriente recibida con poste-
            rioridad.
                    Tengo el honor de subscribirme á V.E. su obediente Seguro servidor.
                           Exmo. Sr.
                           Jose Bernardo de Tagle
                    Exmo Sr. Juez de Primera Instancia
                    del Soberano Congreso Dr. don
                    Gregorio Luna


                    Exmo. Sr.
                    En contenido al Oficio que V.E. se há servido dirigirme con fecha del
            28 pasado sobre la influencia que han tenido en la agresion inferida al Sobe-
            rano Congreso en la Ciudad de Truxillo los Señores Tudela, Pezet, Miranda,
            Morales, Cardenas, Davalos y Ostolaza y otrós, lo que debo informar es, que
            es constante y notorio al Soberano Congreso y al público, que estos Señores
            hán procurado sostener con escandalo el despotismo y los caprichos de don
            José Riva Aguero, no solo en esta Capital, sino tambien en el Callao y mucho
            mas en Truxillo.
                    El Sr. Tudela fue uno de los que trataron de desconceptuar, acriminar y
            destruir á la Suprema Junta Gubernativa en las sesiones tanto publicas, como
            secretas y señaladamente en la que se hizo por el recurso de la tropa, cuya
            sublevacion fue sostenida como es publica voz y fama por los Señores arriba
            referidos; en ella andubo rogando á los Señores Diputados y buscando votos á
            favor de Riva Aguero. En el terrible y sedisioso discurso que pronunció en una
            sesion del Callao, se esforzo en atraer todo el odio posible al Congreso asegu-
            rando que este se habia opuesto á la venida del Exercito de Colombia, y sem-
            bró la discordia entre Chile, Colombia y Buenos Ayres, de cuyas resultas él y
            el Sr. Pezet no volvieron á parecer mas, porque temian la justa indignacion de
            los Argentinos. En la Ciudad de Truxillo ya no pudo disimular su coligacion
            con el Tirano, antes mas bien se pusieron á vivir juntos en una misma casa y
            manifestó tanto orgullo que en una de las sesiones, desaprovando los decretos
            del Callao dixo que el Congreso habia hecho un disparate en poner á un Es-
            trangero de un terrible dictador con vergonzoso perjuicio del poder executivo



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