Page 112 - José de la Riva Aguero - Vol-2
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Volumen 2
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            que legitimamente residia en don José Riva Aguero, el qual poder de ningun
            modo estaba sujeto al Congreso por ser tan Soberano como este, y otras cosas
            tales que ya no pudo sufrir mas el Sr. Quesada y le dixo, ya levantada la sesion:
            que era un hombre sin honor, sin conciencia ni religion; que debia haber sido
            fusilado ya mas de mil veces, pues que sacrificaba tan facil y descaradamente
            los mas preciosos intereses de la patria para sostener el govierno ilegtimo de
            un despota que precitaba á la nacion á su ultima ruina: á esto le contestó el Sr.
            Tudela con su acostumbrada desverguenza y se vocearon mutuamente. Ha-
            blando el Sr. Miranda posteriormente sobre este pasage, dixo: que el destierro
            del Sr. Valiente fue por haberle insultado ese dia al Sr. Tudela. Ultimamente
            con la noticia que tubo en Santa del restablecimiento de la Asamblea Nacional
            tubo largas y secretas conferencias con el Sr. Pezet; asi me lo há referido varias
            veces el Sr. Navia Moscoso y con el aviso de Riva Aguero se revolvio para Tru-
            xillo y se encargo enteramente de la direccion gubernativa de aquel despota,
            haciendo al mismo tiempo correr la voz que su regreso habia sido por miedo
            de los caminos que estaban infectados de ladrones, para de ese modo impedir
            la restitucion de los Diputados á esta Capital.
                    Del Sr, Pezet lo que puedo decir es, lo que casi ninguno de los Señores
            Diputados ignora, como el ser enteramente adicto y defensor acerrimo de Riva
            Aguero, y creo que aspiraba á que este tubiese el mando absoluto y que se acaba-
            se con el Congreso para que el 27 de Febrero en que una parte de la tropa suble-
            bada contra el Govierno legitimo apercivió al Congreso desde el Balconsillo, y
            en que los Diputados de integridad y rectitud llenos de amargura lamentaban
            la suerte lastimera del Peru, ultrajada la representacion nacional, derribado el
            Gobierno el unico hasta entonces legitimo, é introducida atrebidamente la mas
            ambiciosa tirania, el Sr. Pezet con un semblante placentero y risueño dixo delante
            de los Señores Rodriguez don Francisco, Mendoza y otros con quienes yo estaba,
            las expresiones siguientes: pobrecito Congreso al fin llego el ultimo dia de su
            vida: antes ya ha durado mucho: el pobre há muerto de empacho, porque como
            há abarcado todos los poderes y no ha querido que el executivo se desprendiese
            de su seno, se há empachado y muerto. En Huaura y Chancay le oí decir delante
            de los Señores Forcada, Navia Moscoso, Mendoza y otros, las siguientes palabras:
            que tal Soberano Congreso compuesto de quatro bribones que sin el menor re-
            celo se quedaron en Lima á recibir á Canterac: quatro picaros que para encubrir
            su godismo firmaron el escrito presentado á Torre Tagle alli tiene V. el Soberano
            Congreso hecho, ¿como se puede sufrir tanta picardia?



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