Page 394 - José de la Riva Aguero - Vol-1
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Volumen 1
                                                                          Documentos varios
                                                Manuel de Ceballos
                                  Governador politice y militar de Guamalies.
                    Siguen cuarenta firmas
                    Es copia - Rafael de Varas.


                    Excelentísimo Señor
                    Esta Municipalidad se cubriria de ignominia si en la actual crisis del
            Perú apreciese indiferente, y no pusiese en exercicio su legitima representa-
            cion, y sus derechos: su silencio seria criminal, contriburia a la disolucion del
            Estado, y atraeria sobre si la execracion de los Pueblos que representan ellas
            distantes de unos sentimientos tan depravados y detestables; y por el contra-
            rio deceosa de llenar sus justos deberes tiene la honra de dirijirse oy á Vues-
            tra Excelencia para exponerle: Que disuelto el que se llamaba Congreso en
            el Perú por general aclamacion de los Pueblos por perjudicial a la Republica
            en circunstancias de que la atacaban los Españoles porque lejos de llenar los
            objetos de su instalacion tratavan solo de sembrar la divicion, la desconfianza
            y la anarquia, porque exaltadas fuertemente sus pasiones, no tenian otro norte
            que las vejaciones, y el particular provecho suyo, aunque para ellos quedemos
            sumidos en la esclavitud por que los Poderes que le fueron comferidos por
            algunos Pueblos, tendran a su felicidad é independencia, y ellos los exercian
            para destruir directamente la libertad de esos mismos Pueblos: en fin disuelto
            repetimos por tan justos y notorios fundamentos que es imposible analisar
            por ahora, tenemos entendido que ocho o diez diputados se han reunido en
            Lima titulandose Congreso, y usurpando el sagrado nombre de la soberania
            nacional. Estos desnaturalizados esperaban alli tranquilamente a los Españo-
            les y algunos tomaron partido con ellos creyendo seguramente estable y justa
            su dominacion. Pero ellos abandonaron furtibamente la Capital, quedan los
            Diputados comprometidos y recelan que caiga sobre si el horrendo castigo
            que merecia tanta infamia, se ocupan en precaberlo, no encuentran otro me-
            dio que acojerse a la soberania é imbiolabilidad: adoptan este partido, y de
            echo embuelben al Pais en la anarquia mas temible. Este paso tan criminal é
            ilegitimo, no puede en manera alguna retrogradar nuestra marcha politica ni
            influir en lo menor contra nuestra libertad é intereses, ni contra la libertad
            expresa de los Pueblos. El de Lima conoce sus derechos, y no es el quien puede
            apoyar su muerte civil, y su destruccion.





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