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Ese manejo prudente de las finanzas públicas y el crecimiento de la economía, nos ha
permitido que las tres principales clasificadoras de riesgo mantengan al país la condición
de estable. Vemos en el siguiente gráfico que el Perú no ha sufrido ningún cambio en
términos de la calificación, a diferencia de otros países, como Chile, como Brasil, que
han tenido pérdidas en sus calificaciones. Eso es lo que nos permite también tener uno de
los menores costos de financiamiento en moneda local, comparado con cualquier otro
país de la región. (Ver cuadro 9, “Único país de la región con calificación crediticia
estable...”).
Eso es el año 2018; sin embargo, es también importante hablar —en esta oportunidad
que tengo de estar en la representación nacional— de la forma como vamos a trabajar,
en los próximos meses y años, en el proceso de fortalecer la competitividad en el país.
Tenemos cuatro ejes fundamentales. (Ver cuadro 10, “Ejes claves para fortalecer la
competitividad”).
1. Un primer tema, y ya está reflejado en este presupuesto de la República, es el Plan
Bicentenario de Infraestructura al 2021. Como verán en este presupuesto, se ha
privilegiado la inversión pública con un crecimiento cercano al 20%. Lo que estamos
estimando en este plan de infraestructura que incluye carreteras, puentes, aeropuertos,
puertos es una inversión de 60 mil millones de dólares hasta el año 2021.
2. Un segundo tema importante para fortalecer la competitividad de largo plazo tiene que
ver con mejorar la regulación e incrementar la competitividad productiva. Esto tiene que
ver, por un lado, con generar condiciones proempleo, tiene que ver también con la
predictibilidad en los casos de regulación.
3. Un tercer tema importante para la competitividad es la simplificación administrativa y la
calidad regulatoria; es decir, buscar que los servicios que da el Estado, sea a ciudadanos
o a empresas, cada vez sean más simples y facilitadores.
4. Un cuarto tema para ganar competitividad tiene que ver con el desarrollo sectorial; es
decir, qué iniciativas se tienen, tanto del Ejecutivo como del Congreso, para tener un
impulso promotor de la actividad económica. (Ver cuadro 11, “Desarrollo Sectorial”).
Aquí he puesto —sé que el tiempo es corto— cuatro sectores:
Uno es minería e hidrocarburos, en el que esperamos la generación de al menos tres
proyectos importantes el próximo año, de una lista de casi doce con posibilidades de
desarrollo, los que tienen que tener un componente de acompañamiento ambiental y
social.
Dos es turismo; sector que hoy ya viene creciendo a tasas importantes. Tenemos planes
de nuevas rutas de comercio, tenemos planificación turística de nuevos desarrollos
turísticos y desarrollo de, por lo menos, ocho nuevos aeropuertos entre mejoramiento y
nuevos en los próximos cuatro años.
Tres es Comercio exterior; uno de los sectores en el que estamos teniendo mayor
dinamismo. Estamos creciendo por encima del 20%. Hace poco el ministro de Comercio
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