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Se ha hablado también de la eficiencia en la ejecución del gasto, del impacto de las
intervenciones, de cómo logramos traducir esta enormidad de recursos en beneficio de la
población, para que el contribuyente sienta que cuando paga sus impuestos tiene una
retribución, lo cual lo motiva a pagarlos.

He dicho anteriormente que el Estado, en cierta forma, no se ha modernizado ni se ha
fortalecido a la par del sector privado en nuestro país. Hemos llegado, en cierta forma, a
un problema de absorción, a problemas de gestión que, como mencioné, tocan a los tres
niveles de gobierno, no solamente al gobierno nacional, sino también al gobierno
regional y local.

Y quisiera mencionar cinco aspectos centrales en lo que corresponde a eficiencia y
ejecución. Hay una maduración de proyectos que toma tiempo, y no es por justificar, sino
que es la realidad. Hay mucha idea, pero cuando uno va al banco de proyectos del
Sistema Nacional de Inversión Pública, entre una idea y un proyecto con factibilidad hay
una brecha importante.

Eso pasó con Mi Riego, que con mucho entusiasmo se creó en el Congreso de la
República hace dos gestiones. Había mucha idea para hacer muchos proyectos de
regadío, de canales; pero eran ideas, y había que traducir estas en un proyecto, para
poder hacer la preinversión. Entonces, se ha hecho la siembra para ahora hacer la
cosecha en estos proyectos, tomando asimismo las opiniones de muchos congresistas
para ver cómo poder mejorar ese esquema.

Entonces, hay una cuestión de maduración de proyectos. Cuando entramos al gobierno
no había proyectos, había ideas; no se tomó la previsión de dejar proyectos encaminados
porque la visión era de cinco años, cuando la visión debe ser de largo plazo.

Concuerdo totalmente con el congresista Mesías Guevara en el sentido de contar con
una visión de planeamiento del futuro sin caer, obviamente, en una planificación
centralizada ni mucho menos. Necesitamos una visión de norte y horizonte de largo
plazo, que no se ha tenido. Entonces, lo primero es esta maduración de proyectos.

Lo segundo es que la administración no ha tomado atajos. Hemos pasado los proyectos
por el SNIP: no ha habido ningún proyecto que haya sido exonerado de SNIP en esta
administración. Hemos evitado exonerar de la Ley de Contrataciones. Se ha pasado por
todos los procesos, y pasar por ellos toma tiempo, no se hace de la noche a la mañana.

Lo tercero tiene que ver con la interoperatividad y con los sistemas que tenemos, porque
hay sistemas obsoletos. El SIAF y el Seace, donde se registran muchas de estas cosas, han
llegado a su capacidad de eficiencia en su manejo. Un sector cuelga una convocatoria,
pasa una cosa y se cae el Seace, porque está migrando de una plataforma a otra con
mejor tecnología.

Como decía un congresista con respecto al sistema de control, también se requiere
fortalecer todo tipo de control ex ante, durante y ex pos. Eso es fundamental; y que sea un
control que tampoco paralice la toma de decisiones

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