Page 7 - Padres de la Patria
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Después de ello pasaron de dos en dos a tocar el libro de los Santos Evangelios.
                  Para finalizar el acto San Martín añadió:

                         «Si  cumpliereis  lo  que  habéis  jurado,  Dios  os  premie;    y,  si  no,  Él  y  la
                         Patria os lo demanden».

                  A  continuación,  el  gobernador  eclesiástico  entonó  el  Te  Deum  seguido  por  el
                  coro. En ese momento resonó en la plaza  Mayor una salva de 22 cañonazos,
                  repetida en el Callao y en los buques de la Armada. En la ciudad se produjo un
                  repique general de campanas hasta la llegada de los diputados a la Universidad
                  de San Marcos –ubicada entonces en parte del solar sobre el que se edificaría a
                  inicios  del  siglo  XX  el  Palacio  Legislativo–,  acompañados  por  el  Protector,  los
                  comandantes  de  los  buques  de  guerra  de  las  naciones  europeas  que  se
                  hallaban anclados en el puerto, el general en jefe del Ejército, el director general
                  de  Marina,  los  miembros  de  la  Alta  Cámara  de  Justicia  y  todas  las  demás
                  autoridades civiles y eclesiásticas y corporaciones del Estado. Estando ya en la
                  Capilla  de  la  Universidad  el  Protector  se  sentó  en  la  silla  que  estaba  bajo  el
                  dosel, con una mesa al frente, a cuyos lados se sentaron los ministros de Estado
                  y los diputados en sus respectivas sillas, colocándose el resto de la comitiva en
                  los asientos fuera de la barra y en las galerías.

                         “Inmediatamente  el  Protector  del  Perú  se  despojó  de  la  banda  bicolor,
                         investidura del Jefe Supremo del Estado, diciendo:

                         «Al deponer la insignia que caracteriza al Jefe Supremo del Perú, no hago
                         sino cumplir con mis deberes y con los votos de mi corazón. Si algo tienen
                         que agradecerme los peruanos es el ejercicio del supremo poder, que el
                         imperio  de  las  circunstancias  me  hizo  obtener.  Hoy,  que  felizmente  lo
                         dimito, yo pido al Ser Supremo el acierto, luces y tino que necesito para
                         hacer la felicidad de sus representados.

                         Peruanos:

                         Desde este momento queda instalado el Congreso Soberano y el pueblo
                         reasume el poder supremo en todas sus partes».

                         Acto  continuo  y  dejando  al  Congreso  seis  pliegos  cerrados,  se  retiró
                         acompañándole hasta la puerta del salón seis señores diputados”.

                  Una  vez  retirado  San  Martín  de  la  sede  del  Congreso,  los  diputados  eligieron
                  como Presidente y Secretario momentáneos a los doctores Toribio Rodríguez de
                  Mendoza y José Faustino Sánchez Carrión. En seguida, se procedió a realizar la
                  elección  de  la  primera  junta  directiva  del  Congreso.  Resultaron  elegidos:
                  Presidente, el Dr. Francisco Javier de Luna Pizarro; Vicepresidente, don Manuel
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                  Salazar y Baquíjano ; Primer Secretario, el Dr. José Faustino Sánchez Carrión; y
                  Segundo Secretario, el Dr. Francisco Javier Mariátegui. En dicha oportunidad el
                  Presidente del Congreso sostuvo:




                  4  Conde de Vista Florida.

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