Page 9 - Padres de la Patria
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«Desde el punto de vista social, la apertura de las Cámaras de Diputados
                         y de Senadores y de algunas de las Asambleas Constituyentes implicó el
                         avance de las clases medias. El primer Congreso inaugurado en 1822 fue
                         un símbolo de una rebelión social frente al sistema de base aristocrático-
                         estamental;  es  decir,  implicó  formalmente  el  desmantelamiento  del
                         antiguo  régimen,  del  Virreinato.  Desde  un  punto  de  vista  teórico,  la
                         burguesía  criolla  –acompañada  por  unos  pocos  y  resignados
                         sobrevivientes  de  la  antigua  nobleza  hereditaria,  a  la  que  se  le  había
                         escapado el comando  del proceso  independentista–  obtuvo  el usufructo
                         del  poder  político  con  una  cobertura  liberal.  La  promulgación  de  leyes
                         cuya  finalidad  era  acabar  con  las  llamadas  «vinculaciones»  y
                         especialmente con los mayorazgos (1838, 1848), y la dación del Código
                         Civil  (1851),  abrieron  el  camino  hacia  la  titularidad  personal  de  la
                         propiedad  así  como  hacia  la  disminución  de  las  desigualdades
                         hereditarias de los hijos y destruyeron algunas de las bases económicas
                         que sustentaban a la antigua aristocracia; de esta manera, se avanzó más
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                         hacia la igualdad que con la legislación antigua ».

                  La  historia  del  primer  Congreso  Constituyente  del  Perú  fue  sumamente
                  accidentada.  El  19  de  junio  de  1823,  debido  a  la  ocupación  de  Lima  por  el
                  ejército realista, el Congreso se trasladó al Callao. Una parte de sus miembros,
                  en cumplimiento del acuerdo tomado en la fecha indicada, emigró a Trujillo el 26
                  del mismo mes. En esta ciudad el Congreso fue disuelto por el Presidente José
                  de  la  Riva  Agüero,  quien  lo  sustituyó  por  un  Senado  compuesto  por  diez
                  diputados.  José  Bernardo  de  Tagle,  encargado  del  mando  supremo,  lo
                  restableció en Lima, reiniciando sus sesiones a partir del 6 de agosto de 1823.
                  Se  declaró  en  receso  el  10  de  febrero  de  1824  –a  raíz  de  la  caída    de  los
                  castillos  del  Callao  en  poder  de  los  realistas  y  de  la  amenaza  sobre  Lima–
                  invistiendo  al  general  Simón  Bolívar con  poderes  dictatoriales.  Convocado  por
                  Bolívar, concluida la guerra de independencia, el Congreso se reunió el 10 de
                  febrero de 1825.

                  Desde los primeros días de existencia del Congreso sus labores fueron intensas.
                  Ejemplos de ello son el nombramiento de la Junta Gubernativa y la elaboración
                  de su Reglamento; aprobar las normas para conseguir los recursos necesarios
                  para  asegurar  la  victoria  patriota;  la  aprobación  del  Reglamento  Interno  del
                  Congreso;  la  definición  de  las  Bases  de  la  Constitución  Política  del  Perú,
                  promulgadas el 17 de diciembre de 1822; y la primera Constitución Política del
                  Perú,  sancionada  el  12  de  noviembre  de  1823;  la  invitación  al  general  Simón
                  Bolívar; y el otorgamiento del título de Generalísimo a don José de San Martín.

                  El miércoles 12 de noviembre se realizó la sesión solemne del Congreso para la
                  promulgación  de  la  Constitución.  Abierta  la  sesión,  uno  de  los  diputados
                  secretarios procedió a dar lectura al texto íntegro de la Constitución, mientras el
                  otro  secretario  leía  en  silencio,  en  otro  ejemplar,  a  fin  de  que  constase  la
                  uniformidad  de  ambos  manuscritos.  José  Faustino  Sánchez  Carrión  y  Miguel
                  Otero hicieron algunas observaciones, las mismas que fueron atendidas. Luego
                  el  Presidente  del  Congreso,  Manuel  Salazar  y  Baquíjano,  preguntó  a  los

                  8   Basadre,  Jorge,  Elecciones  y  centralismo  en  el  Perú.  Lima,  Universidad  del  Pacífico,  1980,
                  págs. 14-15.

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