Page 11 - Rumbo al Bicentenario
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Los sectores populares como agentes de cambios y actores de la revolución

           La historiografía de la independencia copó sus intereses de investigación en el estudio de “los grandes
           hombres de la historia”, el de los líderes de la revolución, los caudillos y el hombre providencial que fueron
           socavando la legitimad del poder monárquico para dar paso a la nueva legitimidad republicana. En esa
           perspectiva, también ascendieron al poder de nuestra historia el papel de los próceres e ideólogos de la
           emancipación, aquellos hombres de letras y personajes políticos que manejaron “la conciencia” de la
           sociedad y fueron sentando las bases de una nueva forma de comprender el mundo en el nacimiento de
           los denominados Estado-nación. Incluso, recientemente asistimos al resurgimiento de las biografías
           como una manera de entender y difundir otra vez la historia nacional en tiempos contemporáneos. No
           obstante, a pesar de este torrente de investigaciones de corte descriptivos y muchas veces periodísticos,
           en la actualidad la historiografía social de la independencia en América Latina viene siendo reinterpretada
           desde una óptica novedosa y severamente crítica. En ese sentido, los sectores populares son hoy
           estudiados como agentes de cambios en la historia y actores de la misma revolución que produjo esas
           transformaciones. En otras palabras, no son ya un grupo anecdótico y catalogados de “infelices y
           miserables”, y parte de una población usada como carne de cañón en la guerra, seducidos y sin conciencia
           de sus actos. Por el contrario, los grupos populares son los agentes del cambio y de la revolución en las
           guerras de independencia.  Los trabajos de Alberto Flores Galindo, Scarlett O´ Phelan, Carlos Aguirre,
           Cecilia Méndez, Maribel Arrelucea, Gustavo Montoya, Daniel Morán, Rolando Rojas, entre otros, así lo
           demuestran (Morán y Aguirre, 2013).

           La cocina del historiador: la recurrencia a las fuentes judiciales


           Los historiadores en el estudio de la “historia de los otros” o aquellos “olvidados de la historia” han
           recurrido en su mayoría al análisis de las fuentes judiciales para comprender los rostros de la plebe, sus  P ar a entender la re v olución. Algunas premisas sobre la participación de negr os , escla v os y milicianos en la independencia
           características particulares, sus intereses, su intervención en la guerra y en las representaciones políticas
           que tuvieron en aquella coyuntura de cambios. Los testimonios de las causas criminales, civiles y
           eclesiásticas ofrecen un campo inmejorable de análisis para la historia social de la independencia, y esa
           importancia reside en brindar información en una situación de conflicto o en la búsqueda de una verdad o
           proceso judicial. Las denuncias, los interrogatorios y los pleitos en tribunales forman parte de esta nueva
           mirada de querer entender las relaciones sociales entre los diferentes grupos de la sociedad. En nuestro
           caso particular la participación de negros, esclavos y milicianos en los tiempos de la independencia puede
           advertirse claramente en estos documentos de archivo, en los mismos se percibe incluso la relación de
           estos grupos subalternos con los grupos de poder, obviamente en una situación subordinada y muchas
           veces peleando en el papel y la pluma, con ciertas esperanzas de triunfo, pero silenciados en los
           dictámenes finales de estos conflictos ante la ley. Por ejemplo, contamos con los estudios de Carlos
           Aguirre y Maribel Arrelucea para el caso de los afrodescendientes de Lima, y Charles Walker y Sarah
           Chambers en otros espacios regionales (Morán, 2011).


           La utopía de una sociedad monolítica: entre los conflictos y las divergencias de la plebe

           Una premisa recurrente en la historiografía de la participación de los sectores populares residía en pensar
           que la sociedad virreinal que llegó a la independencia era la de un grupo medianamente cohesionado que
           en aquel contexto de crisis y revolución hicieron cuerpo común e intervinieron en la guerra por la
           independencia nacional: es la conocida tesis de la independencia conseguida por los denominados
           peruanos o, en otros términos, el Perú mestizo como el protagonista de la gesta independentista. Como
           han demostrado una diversidad de estudios que hemos sistematizado en varias publicaciones (Morán y
           Aguirre, 2013) (Morán y Carcelén, 2018), la sociedad virreinal no fue una sociedad monolítica, cerrada y en
           donde todos respondían en una misma directriz, por el contrario, esta sociedad tuvo sus divergencias
           sociales, estuvo fragmentada, indios y negros así como convivieron también se enfrentaron, incluso dentro    |
           de cada uno de estos grupos populares hubo amistades irreconciliables como indicara Jesús Cosamalón.     10
           Si bien se sabe que existieron relaciones interraciales, las evidencias nos muestran que esta sociedad
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