Page 24 - Rumbo al Bicentenario, Año 2, Nº 5 - Abril 2019
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3. Si caracterizamos las actividades socio-económicas en el virreinato del Perú de fines del siglo XVIII e
            inicios del XIX percibimos que pueden haber productores agrícolas (hacendados, comuneros, pequeños
            productores) y comerciantes, intra y extravirreinato; la “yndustria” era más entendida como habilidad (los
            industriosos) que como actividad industrial. Así, son sobre todo los comerciantes los que contaban con
            mayor interés de oportunidad y capital para poder enfrentar la situación, como los sumamente interesados
            comerciantes norteños. Un grupo que respondía a intereses de comercio que, por tierra, se realizaba por la
            ruta de valles y la ruta a Quito, que se expandía desde Trujillo como corazón de la red mercantil y se
            ampliaba a los diferentes espacios regionales y macro regionales pasando por la sierra y la costa norte
            hasta Loja, Cuenca y Guayaquil; desde aquí, enganchaban con un comercio que llegaba a Quito y se
            vinculaba directa o indirectamente con el comercio hacia la zona de hoy Colombia; recordemos que Ecuador
            formaba parte del Virreinato de Nueva Granada, creado 1740. Para fines del siglo XVIII, la región de
            Guayaquil era oficialmente un puerto Pacífico del virreinato de Bogotá aunque cotidianamente, sus
            mercaderes, ubicados río adentro, se vinculaban a través del puerto marítimo de Paita con el fuerte -y
            cercano- circuito comercial del norte del Perú. Para 1803 terminó por ser adscrito al virreinato del Perú
            pues Guayaquil fue siempre un corregimiento más que aparte de la Audiencia de Quito, situación que se
            reflejarían en la realidad republicana del Ecuador  .


            4. Pero si por tierra, el espectro de negociación económica era muy amplio, por el mar, las dimensiones
            incluso eran sorprendentes. Los comerciantes del norte peruano se comunicaban desde siempre y
            directamente hasta Chiloé en el extremo sur del subcontinente y cotidianamente con la audiencia de Chile;
            los múltiples matrimonios y los vínculos familiares entre norteños y los chilenos hasta hoy presente son una
            muestra. Y si se trata del norte, las relaciones llegaban directamente hasta por lo menos el Realejo en
            Nicaragua e indirectamente, a través y desde Panamá se vincularon a la vitalidad humana y económica del
            Caribe; ese gran “hub” de culturas europeas donde los piratas y filibusteros se entrecruzaban con los
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            comerciantes y armadores españoles, criollos e indígenas. ¿Será casual que para fines de la etapa virreinal,
            el puerto de Paita fuera conocido como Little Jamaica? ¿O que familias tan importantes como los Seminario
            y Jaime, siendo Fernando el hermano impulsador de la independencia de Piura, tuvieran casa conocida en
            Jamaica? Algunos apellidos ingleses aparecen en la época en el norte, ¿ingleses, norteamericanos,
        Un norte diferente en la celebr ación del bicentenario
            jamaiquinos? Se les señalaba como balleneros que ya no piratas y más que probablemente comerciantes
            encubiertos pero muy presentes en la economía norteña.

































         |                                    Pintura “Algodonera II” de José Fernández Adanaque.
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           5 Las verdaderas batallas políticas económicas entre Guayaquil y Quito cruzan la historia de la república del Ecuador. Una visión general de su historia en Ayala
           Mora, Enrique, Ed. (1983-1995).- Nueva historia del Ecuador.- Quito, Ecuador: Corporación Editora Nacional [15 Vols]
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