Page 23 - Rumbo al Bicentenario, Año 2, Nº 5 - Abril 2019
P. 23

1. Para llevar adelante un proceso revolucionario, se necesita de la combinación de dos elementos. Primero,
           que ideológicamente haya quien lleve adelante el proceso y segundo, alguien que lo solvente
           económicamente. Es decir, si bien se requiere toda una identificación y perfil de la ideología que juega en el
           proceso de la independencia y el hacer de los ideólogos que lucharon por conseguir realizar su sueño
           político, también se requiere de elementos concretos para llevar adelante la revolución. Se necesita contar
           con financiamiento, armas y hombres que permitan llevar adelante las campañas militares, comprar
           animales; conseguir navíos y comida para animales y hombres; reunir uniformes y ropa para estos últimos;
           hacerse de armas, mapas y otros elementos para la guerra, todos con costo. Situación que también tienen
           que enfrentar los guerrilleros y los montoneros.






                                                                                   9




































                                            Pintura “Algodonera II” de José Fernández Adanaque.

           2. Por tanto, llevar a cabo un movimiento revolucionario (y resistirlo) supone un juego de capitales y no solo
           ideologías y es necesario buscar qué sector social puede solventar esta situación, el conjunto de intereses  Un norte diferente en la celebr ación del bicentenario
           que  lo  llevaría  a  dicha  acción y finalmente, establecer  el  espacio-  contexto  histórico socio-cultural  de
           realización. La lógica clara y simple nos establece en un mundo fundamentalmente agrícola, preindustrial o
           protoindustrial en la medida que la carrera por la industrialización estaba recién en sus inicios. No es
                                                                                             10
           coincidencia que José Antonio de Ugarte, en la Arequipa de 1796, pidiera permiso para instalar una maquina
           despepitadora de algodón que finalmente cayó en el olvido  .

           Se  puede  afirmar,  sin  duda  alguna,  que  hubo  sectores  socio-económicos  en  el  Perú a  los  que  la
           independencia, entendida como separación de España, le permitía una ampliación de su negociación y
           libertad de accionar que los términos coloniales españoles impedía. Estoy pensando sobre todo en los
           grandes comerciantes a los que los límites impuestos por la Corona simplemente mortificaban, no impedían,
           su realización económica. Grandes y medianos comerciantes para los que mantenerse en un ordenamiento
           económico restringido causaba problemas: sin ninguna duda, en este perfil, calzan los norteños.          22 |


           4 El documento en AGN, SG: 25 [743] 1796. Las reflexiones que lo suscitan en un trabajo no publicado sobre Empresas y empresarios a finesl del siglo XVIII; ver
           https://www.academia.edu/ 10050638/EMPRESAS_Y_EMPRESARIOS._REFLEXIONES_SOBRE_LA_ECONOM%C3%8DA_DEL_SIGLO_XVIII
   18   19   20   21   22   23   24   25   26   27   28