Page 374 - Vida y Obra de Vizcardo Guzman - Vol-1
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Volumen 1
Papeles atribuidos a Viscardo
juramento por los comisionados el Oydor y Alcalde ordinario ante el Arzo-
bispo, presente y patente el Santísimo Sacramento del altar, de guardarles sus
tratados á los del Socorro.
Y como el maior mal que se temia era el que su exercito, que ya llegaba
casi á 20 d hombres, entrase á saquear la Ciudad con perdida de todos los Rs.
interezes y de los de todos los vecinos, nos hemos dado por bien servidos de
evitar estos y otros infinitos daños en ofensa de la Magestad Divina y huma-
na, con la esperanza de que por otros muchos medios resarcirá el Rl. herario
las perdidas que se regulan en las rentas de aguardiente y tavaco, si es que lo
subido de sus precios y costos crecidos dejaba alguna utilidad al fisco y antes
bien no lo disminuhía, sobre que quisa no faltára quien por demostración lo
haga patente y proponga á los superiores otros mejores arbitrios en veneficio
del herario real y del publico.
Este todavía está temeroso de algún insulto de la plebe que de aquel
exercito se há introducido en esta Capital, donde anoche catorce del Corrien-
te, fue preciso andar con mucho recelo y prevenciones por la voz que se difun-
dió de que intentaban asaltar el palacio del Virrey. Todo quedó vien dispuesto,
las compañías están sobre las armas formadas en la plaza maior, y se esperan
á que hoy se promulguen por vando los tratados para que partan aquellas
gentes á sus patrias y quede la nuestra libre de tantos sobresaltos. A este fin el
Arzobispo, que há sido el Angel é Iris de la paz, partira con todos los capitanes
y demas gentes hasta dejarlos sosegados, y quedarlo nosotros; como á la ber-
dad lo estamos promulgando ya el vando, sin que se haya ofrecido inquietud
alguna como se temía por la voz dibulgada la noche de ayer 14 del Corriente,
que ó fué falsa por si, ó se impidió con las prevenciones y providencias dadas
por nuestro Comandante.
Aunque entretanto no dejan de perturbarnos algunos que comanda-
dos por un Capitan que andan ceparado del exercito y demas común del So-
corro, se há introducido al monte de las tierras calientes de Guadúas y Hon-
da, ocupando dicha Villa, cuyos vecinos de todos sexos y édades han salido
desamparando sus casas con la turbación y miedo que esta imbacion los há
causado. Para contenerla ya se hás mandado todas las providencias necesarias
por los Señores jueces y gejes de esta Capital, y por los mismos capitanes del
Socorro que en la prontitud unión y celo con que proceden á sosegar inquie-
tudes con los nuestros, bien muestran su fidelidad obediencia y amor al Rey, y
que solo aspiraban á libertarse de ópreciones, y de las tenacidades del regente.
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