Page 371 - Vida y Obra de Vizcardo Guzman - Vol-1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             Vida y obra de Juan Pablo Viscardo y Guzmán
            y aliento constante con que voluntariamente concurren en sus quarteles, mu-
            dan las guardias, hacen las centinelas de dia y de noche se forman y se man-
            tienen sobre las armas, salen en compañías abanzadas de doce en doce horas á
            reconocer el Campo donde se aquartelan en continuos destacamentos sugetos
            con la máior discipina militar a las órdenes de sus gefes sin resistirse al mas
            duro travajo ó expedición que se les mande.
                    Esto junto con las armas de Picas, alabardas, sables, Espadas, fusiles,
            y cañones que se han fundido en la Ciudad, (en cuya sala de armas solo havia
            un Culebrina) há infundido á los alzados el recelo de que nosotros y la junta
            queremos engañarlos y por eso nos tienen en el dia ellos con maiores récelos y
            cuidados vacilando sobre el medio que se deba tomar, y si será preciso tomar
            las ármas y exponernos á una dura baralla, ó si será combeniente el permitir-
            les la entrada de paz en la Ciudad.
                    No sabemos lo que al fin se resolverá en dos estremos tan peligrosos
            y arriesgados quando ya el lance nos amenaza de aqui á mañana en que te-
            memos intenten aquellas gentes venir sobre esta Corte, que aunque cuenta
            una numerosa infantería en forasteros y gremios y una fuerte Cavalleria de
            los partidos circumbecinos en las compañías aquarteladas á mas de la lusida
            y noble de Corazas todavia no equivale nuestra tropa á la decima parte de tan
            crecido exercito que ya tiene sobre si.
                    Dios quiera que aquellas gentes acaben de persúadirse a que nosotros
            y nuestros Gefes no intentamos ófrenderlos ni procedemos con ficción ó ale-
            vosía, si no con animo y espiritu de paz de amor y sincera voluntad. Hagase en
            todo la de Dios en cuyas divinas manos nos ponemos.
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                                        JUNIO 2 DE 1781
                    A este tiempo nos llegó la noticia de que las gentes del Socorro con-
            firmadas en los recelos de que de parte de los nuestros se trata de engañarlos
            en aparentes promesas por haver cogido cartas alusivas á esto, se apartaron
            y resistieron á firmar los combenio esperando á que vayan á aquel sitio los
            Señores de este ilustre Cavildo y Dn. Igacio de Arte, Dn. Franco, de Vergara, y
            el Marques de Sn. Jorge, á quienes piden para tratar con ellos el asunto y pre-
            caverse de qualesquiera engaños; y no sabemos con que otros fines privados y
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            8. A pesar delos buenos deseos del qe. escribe estas Cartas, los insurgentes no experimentaron sino
            demasiado lo bien fundado de sus recelos. Luego que fueron desarmados se cayó poco á poco sobre
            los Capitanes y Gefes qe. los havian conducido: haciéndolos morir en prisions. rigurosas, y lo mismo
            sucedió con la imposicn. de dros &ca.


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