Page 88 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Volumen 3
Autos seguidos sobre el descubrimiento de los autores de la rebelión de Huánuco - Segunda parte
Señor Gobernador Yntendente.
Don José de Binía defensor nombrado para varios presos que por mo-
tibo de la Ynsurrección esperimentada en esta Ciudad su Partido con el de
los Panataguas, se allan notados en ella á nombre de Narciso Rojas, de este
vecindario, puesto a los pies de Vuestra Señoría con el mas profundo respeto
paresco y digo: Que no obstante a que los Autos de su propósito no se me han
entregado como espero se verifique en su devida oportunidad para que por
las luces que me ministren pueda vincular defensa de mi parte contemplo
que llegado ese caso me sería indispensable baler del auxilio de prorrogación
por el corto tiempo que parece se á señalado para las defenzas; sin embargo
combiene al derecho de mi parte que siendo servido Vuestra Señoría mande
se me reciva Ynformación sumaria al tenor de los Capítulos siguientes: todo
lo qual deverá entenderse sin perjuicio de las diligencias que sean necesarias
reproducir ha vista del Proceso.
(Al margen) 1a.
Primeramente Digan si saven les consta ó han ohído decir que por pa-
labras operaciones que a Don Narciso Rojas ante ó parte en los sucesos espe-
rimentados desde la primordial de la Ynsurrección hasta la pacífica dentrada
del Señor General en Gefe.
(Al margen) 2a.
Yten Digan si durante los días de la Ynsurrección mi parte se mescló
con los Ynsurgentes: dio reglas sobre su progreso: ho si se mescló en alguna
cosa con ellos.
(Al margen) 3a.
Yten Digan si es constante que esos mismos Ynsurgentes durante los
primeros días de la Ynvación, estando mi parte retirado en su Casa sin mes-
clarse en nada con ellos, lo asaltaron substrahiéndole parte de sus bienes; y á
no ponerse en fuga temeroso de que en su persona hiciesen alguna extorción,
ynboluntariamente lo obligan a que lo siguiesen a la primera acción de Ambo.
(Al margen) 4a.
Yten Digan si es verdad que huyendo de esos mismos Ynsurgentes y
de que en la segunda acción lo obligasen a pasar á Ambo, mi parte se refugió a
la Casa de su Padrino de Agua y de olio Don Juan José del Castillo, en la qual
se mantubo yndependiente de todo, y en ygual modo que si huviera estado
retrahido, ó huviera sido su criado.
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