Page 360 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Volumen 3
Autos criminales contra las personas involucradas en el saqueo de Huánuco
Señor Governador Yntendente
Tomás Pardave vesino de esta Ciudad con el mayor respeto y veneración
ante Vuestra Señoría paresco y digo: Que el día domingo veynti y tres del próxi-
mo pasado, día del saqueo por los indios, me pasié en una de las esquinas de la
Plasa, de donde vi que los indios botaban los efectos y demás de las tiendas de
dicha Plasa y como hombre pobre y cargado de familia me llegué por desgracia
a recojer unos cuatro chismes los que no pude entregar al Depositario General
prontamente por la prición lijera que hiso de mi persona el Comicionado Don
José Espinosa, y haviendo hacen tres días entregado por tercera persona quanto
havía en mi poder y tomando rrasón el Depocitario, ocurro a la beningna piedad
de Vuestra Señoría me haga la caridad y merced de excarcelarme afiansando yo
con mi persona lo que resultare y atendiendo a mi pobre familia y la falta que hago
para componer algunos peltrechos de guerra como oficial carpintero. Por tanto.
A Vuestra Señoría pido y suplico se sirba concederme lo que solicito es
merced que espero alcansar de su notoria piedad, etcétera.
Thomas Pardave (Rubricado).
Señor digo a Vuestra Señoría que lo que dise Don Alfonso Mejorada el
que yo hubiese ido a la primera invación al hasiento de Ambo (Al margen) no
es cierto aunque me buscaron los indios en mi casa, no encontraron mas que a
mis hijos y io estube escondido en la casa del Rejidor Don Juan Antonio Narro a
quien lo traeré a presencia de Vuestra Señoría para que el diga la verdad y en esta
virtud no daré yo razón de las cosas que han habido ó susedido en la primera y
segunda imbación pues me hallo mui inosente de esos echos pues jamás me han
echo daño alguno los Europeos para haber tomado harma ninguna contra ellos,
también digo a Vuestra Señoría que io no me hallé aquella noche en el Puente
de abajo hasta el día domingo a las dose y llegado yo allí me encontré con medio
Puente, desatado y más de la gente que habían entrado a esta Ciudad, y luego que
llegué a mi casa como a la una del día me habisaron mis hijos que la tienda del
Señor Subdelegado la habían haniquilado un sin número de indios; malébolos yo
no daré rasón a Vuestra Señoría más de otras cosas sino de los indios insurgentes
a quienes los bi llebar muchos efectos: Y así Señor es todo lo que puedo decirle a
Vuestra Señoría bajo de confesión, y espero alcansar justicia de sus poderosas ma-
nos de Vuestra Señoría por berme un hombre solo y con familia y sin tener perso-
na alguna que pueda cubijar y darles que comer a mis pobres hijos hasiendo yo las
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