Page 217 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La Rebelión de Huánuco de 1812
            adherir asus inocentes conciudadanos, sin reparar el borron con que los tis-
            naban; sin embargo mi parte debe exeptuarse de esto, por quanto las mismas
            confesiones certifican su inocencia. Veanse las de Jose Angel Beraun su Com-
            pañero, en la primera de 30 de Marso asegura, que de miedo de perder la vida
            pusieron por obra el mandamiento, que seles remitio, y en la segunda de 1º
            de Abril, pregunta quinta declara: Que trataron con Manuel Estrada, que era
            preciso obedecer por precaucionar sus vidas de la muerte, y que concluida la
            conversacion, se fueron á hacer notificaciones, manifestando la órden á unos,
            y leyendosela á otros. Su confesion, que hace mi Parte en el proprio dia, ex-
            presa identicamente lo propio que confesó su Compañero: De todo lo qual se
            deduce con claridad, que mi parte tomo la orden y le dio un curso superficial,
            despues de ser involuntario; no tubo otro objeto, que el de pretender salvar
            su individuo de los daños, que lo amagaban; porque esas expreciones, con
            que concluye el 5º numero de su confesion yá citada, que hicieren las notifica-
            ciones, manifestando á unos la orden, y leyendosela á otros, efectivamente no
            demuestran en rigor otra intencion, que la de cumplir, y que los Notificados
            hisiesen lo que les acomodase: De todo lo qual palpariamente se califica, que
            la inocencia de mi Parte está indemnisada de quantos cargos sele pudieran
            formar; pero apuraré mas el discurso en apoyo de ésta verdad.
                    María Grados declara, que en el puente del Tingo á presencia suya, sin
            embargo, gritó Manuel Coco, uno delos Caudillos delos Ynsurgentes: Ternejos
            de San Pedro: porque no viene ala guerra? Luego que volvamos, los haré saquear
            á todos. Antonio Garay en la septima pregunta expone juradamente, que ami
            Parte lo vió, que en el puente del Tingo lo precisaban á caminar á Ambo; para
            cuyo efecto, intentaron darle de golpes. Miguel Moscoso asegura en la prime-
            ra pregunta de su deposicion, que Manuel Estrada tubo comision pena de la
            vida, para que fuese sacando toda la gente delos barrios San Pedro; y San Juan;
            pero la intimó á uno, que otro sin violencia, tratando siempre de ocultarse; y el
            Regidor Arteta en su sexta, y septima preguntas dice: Haber oido, que Manuel
            Reyes Coco persiguió á Estrada para que realisase los estrechos encargos, que
            sele habian consignado á reclutar gente, que sirbiese en las expediciones hostiles
            de Ambo. Confirmanse las verdades con que abonan estos testigos la inocencia
            de mi Parte con la confesion del mismo que expidio la Providencia: ala pregun-
            ta 28 confiesa, que á Jose Angel Beraun, y Manuel Estrada les dio Providencia
            para la recluta de gente, porque los mismos Yndios lo obligaban á ello con
            pena de la vida y si mi Parte hubiera resistido darle curso á ese papel ¿no es



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