Page 144 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Volumen  3
                        Autos seguidos sobre el descubrimiento de los autores de la rebelión de Huánuco - Segunda parte
            que iban por Santo Domingo con los de Escuchaca Pancho Bustamante, el
            sapatero de San Francisco y otros que no conosco. Ciertamente que Zierra se
            olvidó de lo que havía dicho, pues siendo mi parte un sujeto de viso, y uno de
            los asistentes á su Casa de auciliar en ella infinitas veses en lo espiritual, no
            lo hubiese conosido, teniendolo presente en su Deposición posterior con el
            atraso de un mes y veinte días; ¿Quién no ve la contradicción que resalta a la
            primera vista?. ¿Cómo se produse que puesto a precaución conoció a tales su-
            jetos en su esquela confidencial, y no los que nombra con maior seguridad en
            su segunda denuncia? ni se puede atestiguar con la Deposisión de su familia,
            quando ellas mismas preguntadas bajo la religión del Juramento no nombran
            á mi parte, pero si á uno u otro, que sita el Deponente Zierra, siendo de admi-
            rar que Zierra hombre forastero, que aun no tiene maiores conocimientos del
            Paíz hubiese conocido á mi parte, no pudiéndole conoser su muger, su cuña-
            da, y su suegra paisanas, y vesinas de mi parte. O no save lo que es la religión
            del Juramento, ó por su mala fe por un cierto disgusto que tubo mi parte con
            él, y que precedió a la insurrección, guardó este rencor para esta oportuna
            ocasión de su bengansa. Lo cierto es que su misma deposisión es un cuchillo
            que lo degüella por que recombenido por que no hiso esa misma deposición
            en su esquela confidencial nominando a mi parte, responde descaradamente
            que esa es la substancia. No Señor no es esa la substancia; su deposisión es ter-
            minante contra el honor de mi parte, su esquela, no lo nombra, y la substancia
            de la pregunta de Vuestra Señoría es si conoció, si vio al Presbítero Zabala en
            la Quadrilla de 40 hombres que sita en la esquina de su casa, siendo así que
            en su esquela dise mentando á los Rodrigues y otros que a los demás no cono-
            ce. El delito imputado a mi parte no es menor que el de alta traisión: crimen
            orrendo y execrable, que se le ha levantado sovre unos datos, que asi mismo se
            destruien. ¿Y será posible que un Ministro del Santuario sea tan terriblemente
            tratado por un perjuro que asi mismo se contradise ?. Mi parte lejos de hallar-
            se cómplise en la presente rebolusión; los mismos testigos que sita Zierra, que
            son su muger, cuñada y suegra, lo indemnisan, y hacen incurrir a Zierra, en
            perjuro de que quiere ebadirse con sus vanos subterfugios que mas lo conde-
            nan. Adbierta Vuestra Señoría de paso la diferencia de las declaraciones que
            sita el deponente Zierra, la variedad con que éste y cada una de las declarantes
            habla. Zierra dise en su deposisión que los insurgentes igualmente que mi
            parte juntarían la Jente del varrio de la Parroquia, y se unirían en la Casa de
            los Acostas; que de allí pasarían á los varrios de San Pedro y Escuchaca: Que



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