Page 238 - La Rebelión de Huánuco. Vol 1
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Volumen 1
Declaraciones y confesiones sobre los movimientos subversivos en Huánuco
Firmado y rubricado, Valdivieso – Ante mi Nicolas de Berroa, Escri-
bano Público.
(Al margen)
Declaracion de Don Bacilio Ballina sobre la insurgencia de Huanuco.
Edad 37 años. 1°
En la Villa de Tarma á los doce días del mes de Marzo de mil ocho-
cientos doce años. En prosecusion de la sumaria mandada recibir compare-
cio citado don Bacilio de la Vallina, dueño de la hacienda de Acobamba, que
radica en la Doctrina de Pallanchacra de esta jurisdiccion a quien el señor
Governador Yntendente Ynterino recivio juramento segun derecho por Dios
Nuestro Señor y una señal de cruz, vajo del que ofrecio decir verdad en quanto
supiere, y fuere preguntado, y siendolo con proporcion al auto que está por ca-
veza— Dijo: Que hallandose el Jueves pasado cinco del corriente en el obraje
de San Rafael, se le precencio toda la comunidad del pueblo de Chacos, anexo
á la Doctrina de Huariaca, precidiendola el Alcalde de Yndios, y otro nombra-
do Joseph Evangelista Peres, alias Upayacu, quien á nombre de dicho comun,
le dijo con altaneria nececitava sus chacras en donde radica un Molino, cuyo
citio fue cedido por el mismo comun; y de que hay corridas deligencias en
esta Yntendencia: Que exponiendo estas mismas razones á todos estos yndios,
y añadiendoles que ya venia el señor Yntendente ante quien podrian repre-
centar, contesto Upayacu: No señor lo que queremos es nuestras tierras pron-
tamente por que ya es otro tiempo; con lo que se retiraron. Que necesitando
el declarante venirse á esta Capital con su muger enferma, y el señor cura de
Pallanchacra Presvitero don Francisco Gaona, salieron de dicho obraje como
á las cinco, y media de la tarde de ese dia, y al subir la cuesta de Chacos al ano-
checer obserbó que unos yndios de espia subieron corriendo la dicha cuesta,
la que abanzada por el declarante, y su socios pasaron por la Plasa de Chacos
como á las siete de esa noche, y vio que havian en ella como sesenta yndios
divididos en dos lineas, siendo asi que en ese pueblo solo habran como treinta
vecinos; que sorprendido el declarante, procuró incorporarse, y en vos alta,
preguntó á Upayacu, si havian pasado sus baules, que con el mismo tono le
contestó que si, luego llamó al señor cura que venia su poco atras y siguieron
su ruta hasta llegar á la casa de don Modesto Rubin en donde descansaron esa
noche, y con esa ocacion, trataron el suceso con dicho Rubin; quien les dijo
que havian escapado especialmente el que declara, a quien se havian propuesto
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