Page 260 - Guerrillas y montoneras durante la Independencia - Vol-5
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Volumen 5
Documentos de 1823
y sentenciado á pena capital, de la que casi milagrosamente pudieron salvarlo
las activas diligencias, empeños ruegos y llantos de sus pobres, ancianos y
respetables padres: conmutandose aquella en destinarlo de ultimo soldado en
el batallon llamado de Arequipa, del mando del feroz é inhumano Rodil. Más
como ál que decididamente há adoptado un sistema y lo creé justo y arreglado
nada lo arredra ni detiene asi fue que el exponente tardó muy poco en hacer
una nueva y más feliz tentativa, logrando por entre mil riesgos y sosobras ve-
nirse á la compañia de guerrilla del memorable y benemerito patriota Quiros.
Cerciorado este del buen desempeño y regulares aptitudes militares del que
expone, tán luego como llegó a su lado lo nombró Alferez de la compañía y en
esta clase sirvió en ella y se halló en la accion que sostubo en Guampani contra
Rodil, en la de Maranga contra la caballeria enemiga, y en la de la Quebrada
de Macas contra el exercito enemigo, cuando se retiró del Castillo.
Resuelta la expedicion de Ica, cuyo mando se confió al Señor General
de brigada Don Domingo Tristan, á instancias y solicitud del Comandante de
otra compañia de guerrilla Don Baltazar Orrantia, y de acuerdo y convenio
con el Capitan Quiros, el que representa dejó este último y pasó a la de aquel
en calidad de Teniente ayudante. Llegados á Ica y detenidos ally por una grave
terciana maligna, aún mal convalecido de ella se presentó inmediatamente á
las ordenes del Señor General en Gefe Tristan quien lo comisionó para varios
encargos del servicio que el exponente se esmeró en desempeñar con honor y
exactitud, haciendo en cierto modo las funciones de un Ayudante, hasta que
llegado el caso de aquella sabida dispersion, con perdida de un lucido equipaje
se vió como los demas forsado á procurar ponerse en salvo, como lo consiguió
entre los mayores riesgos y fatigas.
Aún no habia descansado de ellas cuando se resolvió que la compañia
de guerrilla del mando del yá citado Orrantia pasase inmediatamente á ope-
rar contra el enemigo sobre el territorio de Pasco; y adelantandose este unos
dos ó tres dias, yo que quedé aqui aúnque enfermo en comisión, me dirijí en
el acto como su Teniente ayudante á reunirme con él, llevandole armados y
municionados un refuerzo de quinse hombres que recogí de los dispersos, y
en Huallay fué sorprehendida la compañia, muriendo mucha parte de sus in-
dividuos y el Comandante, quedando prisioneros de guerra los oficiales Don
José Rueda y Don José Molero.
Con tál desastre regresé á Lima pero no desmayando mi amor acia mi
Patria ni los vemehentes deseos que me animan de emplearme en su servicio,
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