Page 278 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 7
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Volumen  7
                                                              Causas criminales contra los rebeldes
            primera instancia, pero como después supiese que era escribiente se lo negó
            enteramente y lo atracó por fuerza, para que le sirviera en la pluma en cuyo
            ejercicio lo tenía y responde.
                    2a     A la segunda dijo, que es público y notorio que asi el rebelde
            como su mujer, ponían centinelas en todos los caminos y cerros, con la orden
            de que no dejasen pasar a ningún español y si alguno se atreviese hacerlo se
            lo llevasen preso, aunque fuese sacerdote, y en su resistencia los matasen, con
            cuya orden estaban los indios sumamente insolentados y responde.
                    3a     A la tercera dijo, que es cierto que José Esteban Escarcena, vino
            con el rebelde desde el Pueblo de Tungasuca hasta Piccho y que fue la úni-
            ca vez que lo acompañó, que en el camino, ni en dicho pueblo lo envió con
            ninguna arma ofensiva, ni defensiva, ni menos en traje ostentoso, sino en el
            que vino de su tierra; que igual /.79v mente no lo vió en otro ejercicio, que en
            escribir sin meterse a otra ninguna cosa y responde.
                    A la cuarta dijo, que es cierto que a todos los españoles que estaban al
            lado de dicho rebelde, los amenazaba éste con pena de la vida, en caso de que
            no le obedeciesen a sus preceptos; y que en cuanto a que los curas y demás sa-
            cerdotes le obedecían por temor de sus tiranías y que éstos lo recibían bajo de
            palio y le descubrían nuestro amo y señor sacramentado, es público y notorio
            y responde.
                    A la quinta dijo, que era cierto (Testado: el declarante) que dicho re-
            belde usaba de los títulos o dictados, que se ponía desde su principio de la
            rebelión y que cuando a José Esteban Escarcena lo atracó la mujer de dicho
            rebelde ya los tenía en uso y práctica y responde.
                    A la sexta, dice, que la ignora y responde.
                    A la séptima y última pregunta, dijo que es cierto y le consta, que José
            Esteban Escarcena se vino a esta ciudad fugitivo de donde el rebelde a presen-
            tarse bajo de la bandera real y a los dos días de dicha ll fuga, corrió la voz de
            que no obstante de su presentación lo habían ahorcado, de lo que los rebeldes
            se vanagloriaban mucho, publicando esta vaga noticia a todos los españoles
            que se hallaban allí y responde.
                    Y que todo lo que lleva dicho y declarado es la verdad so cargo del
            juramento que fecho tiene, en que se afirmó y ratificó habiéndosele leido esta
            su declaración, que es de edad de veinte y cinco años y que no le tocan las
            generales de la Ley y la firma de que doy fé.— Enmendado: ah.— uso. — Vale
            .— Testado: el declarante.— No vale.



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