Page 276 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 7
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Volumen  7
                                                              Causas criminales contra los rebeldes
            la vida, como sucedíó con varios, que con ignorancia quisieron pasar a esta
            ciudad. Que igualmente es cierto, que José Esteban Escarcena con ocasión de
            venir de viajero de la ciudad de Arequipa para ésta, fue donde la mujer del
            rebelde, en ausencia de éste, por el mes de diciembre a pedirle pase, el que en
            efecto se lo concedíó a primera instancia. Pero sabiendo después que el dicho
            José Esteban era escribiente, se lo negó enteramente, atracándolo para que le
            sirviera en la pluma y responde.
                    2a     A la segunda dijo, que es cierto, que así el rebelde como su
            mujer, ponían centinelas, en todos los caminos y cerros, a fin de que ningún
            español pasase para esta ciudad, con la orden de que si alguno lo intentase,
            fuese sacerdote, se lo llevasen preso y en su resistencia le quitasen la vida; y
            con esta orden o mando que les daba a los indios estaban éstos sumamente
            insolentados y responde.
                    3a     A la tercera dijo, que con el motivo referido vino dicho José
            Esteban Escarcena acompañando al rebelde, desde el pueblo de Tungasuca
            hasta Piccho; y que esta fue la única vez que lo acompañó. Que nunca lo vió a
            dicho Escarcena con armas /.71 ofensivas, ni defensivas y sólo si ejercitarse en
            escribir, sin meterse a otro ningún asunto. Y que igualmente es cierto vestía de
            traje ostentoso (sic), sino antes estaba en grande indecencia y responde.
                    4a     A la cuarta dijo, que es cierto que todos los españoles tenía
            forzados le obedecían al rebelde, de miedo de la pena que les imponía, de qui-
            tarles la vida; y en cuanto a que los curas y demás sacerdotes lo obedecían y
            recibían en sus doctrinas bajo de palio, descubriéndole a nuestro amo y señor
            sacramentado es público y notorio y responde.
                    5a     A• la quinta dijo, que es muy cierto, que el rebelde usó desde
            los principios de la rebelión de los dictados que se ponía hasta los últimos, que
            cuando a José Esteban Escarcena lo atracó la mujer del rebelde ya los tenía en
            uso y práctica (Testado: lo que le consta por haberlos visto en las comisiones
            o carteles, que libró antes que dicho Escarcena pensase ir a pedir el pase), y
            responde.
                    6a     A la sexta dijo, que es cierto que dicho José Esteban trató con
            el declarante de venirse a esta ciudad la noche del día siete u ocho de enero.
            Y que habiéndolo puesto en práctica estando ya acercando a la quebrada de
            Oropesa los alcanzó Antonio Bastidas, a quien le rogaron encarecidamente
            le dijese al rebelde, que estaban en su compañía, poniéndole presente que de
            otro modo perdería la vida. Y de este modo los hizo revolver donde el rebelde



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