Page 118 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 7
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Volumen  7
                                                              Causas criminales contra los rebeldes
            [Gregorio Murillo es nombrado Defensor de Bastidas, Mayo 4, 1781].
                    Cuzco, 4 de Mayo de 1781.


                    Nómbrase por defensor de Antonio Bastidas al doctor don Gregorio
            Murillo, abogado de la real audiencia de Lima, quien acepte y jure.


            (rúbrica de Benito de la Mata Linares)
                                                        Manuel Espinavete López
                                                               (firmado)


                    Inmediatamente yo el escribano notifiqué el auto que precede a don
            Gregorio Murillo, abogado de la real audiencia de Lima, quien aceptó el nom-
            bramiento en el hecho y juró usar bien de él, y lo firmó, de que certifico.

            Gregorio Murillo
            (firmado)
                                                        Manuel Espinavete López
                                                               (firmado)



            [Gregorio Murillo hace la defensa de Bastidas. Mayo 8, 1781].


                    El abogado defensor de Antonio Bastidas nombrado por vuestra seño-
            ría de oficio en la causa criminal que se sigue contra éste por cómplice en el
            crimen de la rebelión de Tupa Amaro, respondiendo al traslado de la acusa-
            ción de fojas 12 vuelta de estos autos, dice: que justicia mediante se ha de ser-
            vir vuestra señoría conmutarle la pena de muerte en la de destierro perpétuo
            a un presidio a servir a Su Majestad (que Dios guarde) a ración y sin sueldo, lo
            que es de derecho.
                    El delito parece por las declaraciones de los testigos, algunos le oyeron
            expresiones con referencia al deseo que le asistía a que saliese con aire de la
            empresa el rebelde, a cuyo fin haría él cuanto era posible; que asistió al lado
            de Tupa Amaro en Piccho; como su comandante, en Pucacasa y Quiquijana
            (Acos, Pucará y otros lugares con igual empeño; que él dijo haber muerto
            treinta y tantos de los nuestros en Sangarará; que fue asistente en asegurar
            presos poniéndole prisiones; que mandaba en la casa del autor; que fue éste



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