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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
el mismo particular don Sebastian Jose de Ocampo que a la sazon se halla-
va supliendo interinamente la vara de Alcalde Ordinario de segundo voto y
produciéndome con sagacidad, supe eludir sus insinuaciones para que no le
quedare rismo de sentimiento persuadiendole a que el cavildo no estava obli-
gado a informar lixeramente sobre los procedimientos de un eclesiastico, que
aunque constituido en dignidad acavava de llegar de los reynos de España y
empesava a exercitar el uso de su ministerio, pues se savia notoriamente que
havia tomado posecion a fines del año de mil setecientos setenta y nueve. Que
el haver predicado tal qual sermon en las fiestas titulares de los monasterios
de monjas de esta ciudad, si bien provava su abilidad en servicio particular a
ellas, pero no merito que resonase tanto como quería, y que las madres que
governahan en calidad de Preladas tendrían a mi ver cuidado de compensar
el travajo del orador como lo hasian con otros en semejantes funciones. Hi-
sele otras expresiones que hasian al caso de suerte que no instó dicho don
Sebastían Josef de Ocampo acerca de su pretencion y empeño contuido a mi
pareser de mi renuncia. Que con motivo de haverse revivido el mismo año de
mil setecientos ochenta de Governador de la provincia de Paucartambo don
Pedro Flores Cienfuegos en la Zala Capitular de este ylustre cavildo, como es
de estilo pasó acompañandole políticamente hasta la casa donde se ospedo
que fue la de don Manuel Ruis Pancorbo donde también (manchado: vivio en)
este tiempo el referido arzediano quien logrando esta oportunidad invitó a los
señores capitulares que concurrieron con palabras urbanas para que firmasen
su informe y antes de que se efectuase procure desprenderme del congreso
arbitrando medio honesto y apresurando los pasos me escapé del aprieto sin
embargo de que me atajava con porfia y no sé si alli firmaron todos los que
quedaron. Lo cierto es que antes no se hizo presente en el Cavildo tal imforme
y por tanto no se consultó, ni confirio la materia previamente: Por lo qual para
evitar disgustos y resultas que de ellos nasen perjudiciales, pues los interesa-
dos siempre quedan quexosos quando no consiguen sus intentos propuse en
el cavildo que se formase una acta capitular para que de ningun modo se for-
mase imforme alguno dirijido a su magestad sin que primero se presentase el
pretendiente con documentos suficientes de sus meritos y que estos se viesen
y examinasen por todo el cuerpo, lo que quedó sentado para lo que ocurriese
en lo susesivo con lo que queda concluida esta certificacion, y la paso a manos
de vuesa señoria ylustrisima observando lo que me previene. Cuzco y Octubre
veinte y uno de mil setecientos ochenta y tres.— Doctor Francisco Xabier de
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