Page 606 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
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Volumen 5
La defensa del obispo Moscoso: Cargo 14º
sacramento? De qué os servirá que os absuelvan en la tierra, si en el cielo no
se os absuelve? Qué os importa parecer desatado de vuestros pecados en la
tierra, si para con Dios quedais ligado? Eso seria contraer otra nueva culpa
con la horrenda circunstancia de sacrilegio y mancharse mas con el mismo
sacramento de remicion que debia limpiar.— No sea pues assi hijo mio, haced
de los bienes terrenos y eternos el justo cotejo que merecen y si estimais los
primeros, solo sea quando no sirven para perder los segundos. Qué le impor-
ta al hombre poseer el mundo y sus riquezas si ha de ser detrimento y perdida
del alma? Podrá darse por esta precio equivalente, que no sea la sangre de
Cristo? Este Señor por nuestras almas nacio y vivio pobre, despresiando todos
los haberes del mundo, aun siendo suya la tierra y quanto hay en ella y noso-
tros hemos de vender una alhaja tan preciosa por el vilisimo interez de unos
metales corruptibles, como son el oro y la plata? Pero ya parece que me aleja
esta disgrecion del objeto, que os iba tocando, quiero decir hijo mio, que no
faltaran torpes aduladores que os digan no estan obligados los naturales a res-
tituirlo que han logrado en los movimientos pasados, por haverlo tomado en
guerra. Esta es una proposicion temeraria y por lo que suena es preciso espli-
caros lo que es justo o injusto todo lo que se toma por despojos en guerra
justa, funda titulo como quando una potencia disputa con otra algun derecho
y aunque en este caso queda muchas vezes sentida la conciencia de alguno de
los monarcas que toman las armas, porque las razones en que se fundo para
ofender al otro no son muy solidas y seguras, pero esto no tiene que ver, con
una revelion como la pasada a que os indujo con violencia vuestro hermano
José Gabriel, segun lo haveis protestado; esta es una guerra injusta de todos
modos, porque se dirigio a negar la ovediencia al Rey legitimo destos domi-
nios o a corregir los desordenes que se reputaron por tales, sin tener para ello
facultad los vasallos en esta accion han sido ofendidos muchisimos particula-
res, pueblos y ciudades, que sin culpa han perdido sus caudales y vidas hallan-
dose innocentes. La sangre que se ha derramado, ha corrido como agua; por
ella han sido ya perdonados los agresores mediante las piedades del Rey y
tambien en el tribunal de Dios, pasaria esta remicion, si la penitencia es como
debe ser satisfecha las partes agrabiadas, en todo aquello que se pueda; pero
aqui esta la dificultad, porque basta un solo peso ageno para contaminar la
conciencia y acaso el caudal legitimamente poseido, como lo vemos en mu-
chos que mesclando su dinero bien havido con el usurpado, lo han perdido
todo hasta el extremo de mendigar.— El erario real, no ha sido menos perjudicado
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