Page 360 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
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Volumen 5
La defensa del obispo Moscoso: Cargo 11º
don José del Valle se le concedio al Yndio y a quantos hasta entonces reco-
nocían su vacilante autoridad. Siquani fue el teatro de esta pacificacion. Para
hallá camino vuesa señoría ylustrisima en el tiempo mas inclemente y duro
del año y todos tuvieron el regosijo de ver generalmente reconocido el dulce
ymperio del monarca y a quien el Cavildo Justicia y Regimiento de esta ciudad
(de cuio cuerpo tengo el honor de ser) en el ynforme general que de oficio el
tiene remitido de todos los acaecimientos de la revelion, hasta el termino de
la pacificacion, expuso esto mismo que aora tengo la complacencia de reme-
morar a vuesa señoría ylustrisima.— Dios guarde a vuesa señoría ylustrisima
muchos años. Cuzco primero de junio de mil setecientos ochenta y quatro.
Ylustrisimo señor. Beso la mano de vuesa señoria ylustrisima su mas atento
servidor.— Miguel Torrejon.— Ylustrisimo señor doctor don Juan Manuel de
Moscoso y Peralta.— Entre renglones: de esta Real Audiencia: no vale.— Tex-
tado: en esta.
Concuerda con el oficio y respuesta originales cie su contexto a que me
refiero y de que certifico. Lima y febrero tres de setesientos ochenta y sinco.
Doctor Antonio de Bustamante Secretario (Rubricado).
Señor Chantre doctor don Francisco Calvo: Mui señor mio tengo pre-
sente que estando ya en capilla para sufrir el ultimo suplicio el rebelde José
Gabriel Tupa Amaro, su muger Micaela Bastidas, su hijo Ypolito Tupa Amaro,
la Casica de Acos Tomasa Tito Condemaita y otros ylusos secuases suios fui
en desepeño de mi ministerio y en virtud de la insignuacion que para ello me
hiso el señor Vicitador General don José Antonio Areche a exortarlos y entre
otros puntos importantes a su remedio espiritual ninguno me devio maior
concideracion, ni en otro inculque con tanta eficacia y exfuerso como en el de
que no se fuesen a la otra vida sin declarar a todos los complices en la revelion
y a los que directa o indirectamente huviesen tenido parte en ella pues de lo
contrario imposivilitavan su salvacion por que dejaban la religión a peligro de
subvertirse, el estado en riesgo de perderse y en términos de abandonarse la
devida fidelidad al Soberano. A esta exortacion asistió vesamerced en compa-
ñia de algunos de mis prevendados y de otras personas eclesiasticas y militares
y a su consecuencia se ha de servir vesa merced exponer a continuacion de
este si es cierto que lo mas de mi platica se redujo a este importante asunpto y
si con ella se logro el fruto de que el referido Ypolito Tupa Amaro y su madre
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