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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
                    Ylustrisimo señor.— Mui señor mio. Tuve la complacencia de ver a
            vuesa señoria ylustrisima la mañana que vicitó en sus calavozos al traidor José
            Gabriel Tupa Amaro, su muger, hijos y otros complices de su negro atentado
            y percivir con edificacion la exortacion viva y patética que a todos ellos hiso
            para que no encubriesen a quantos con él y estos havian tenido parte en el
            orrible designio que al dia siguiente públicamente con capital suplicio se les
            castigó. Y gual edificacion observé en los que se hallaron presentes, personas
            todas de la primera distincion.— Fue efecto de esta exortacion que el hijo de
            José Gabriel hiciese llamar al señor Oidor don Benito Mata Linares para una
            declaración que hasta allí havia diferido y de pronto le recibio dicho señor.—
            La ocasion de expresar esto me lleva a decir que siempre noté en la conducta
            de vuesa señoría ylustrisima amor fidelidad y celo azia a nuestro insigne so-
            berano y sus respetables intereses; como uno de los miembros de la Real Junta
            de Guerra que para resistir al Ynsurgente que nos amenasaba se formó en esta
            ciudad. Soy testigo de los oficios utiles y oportunos que vuesa señoria ylustri-
            sima ministraba estimando siempre aquel congreso sus avisos y arvitrios.— El
            donativo que a exfuerzos de vuesa señoria ylustrisima ministró el clero secular
            y regular y que ascendio casi a treinta mil pesos fue uno de los maiores auxi-
            lios que aquella triste situacion pedía y los sacerdotes alistados vaxo de espe-
            cial vandera para aumentar el cuerpo de nuestras tropas quanto movieron con
            su docilidad a un exercicio en que eran inexpertos, tanto infundieron nuevos
            expiritus en los que devian tenerlo por propia ocupación y empleo. Las cartas
            pastorales esparcidas por toda la amplitud de la diocesi, la cenzura fulminada
            contra el Revelde y todos los suios y los estrechísimos ordenes para que los
            curas no dejasen sin puestos o volviesen a ellos si los havian abandonado, nos
            fructificaron la considerable disminucion de tropas de los reveldes, la redu-
            cion de muchos que le seguian, la firmeza en los que aun no se le habian uni-
            do y el claro convencimiento de su fatal seduccion.— Castigado el principal
            perturbador como a un siguio la inquietud en el fomento que la dio el primo
            Diego Christoval en quien y en otro hijo del Ynsurgente que quedaba revivan
            las funestas semillas de la cedicion, para extirparlas enteramente embio vuesa
            señoria ylustrisima nuevas exortaciones tanto por cartas como por la voz de
            muchos misioneros que a este fin dirigio. Suavisaron estas a aquel Varvaro y ya
            pensó mexor. Pidio perdon para si y para sus secuaces. Encargose vuesa seño-
            ría ylustrisima de obtenerlo del exelentisimo señor Virrey. En efecto vino de
            aquella mano, por la de vuesa señoría ylustrisima y del señor Inspector General



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