Page 202 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
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Volumen 5
                                                           La defensa del obispo Moscoso: Cargo 10º
            vuesa señoria ylustrisima mediante una carta suia, que havia escrito vuesa
            señoría ylustrisima a la provincia de Chumbibilcas mandando a los curas que
            la dibulgasen a todos sus feligreses y a mi me explicó su contenido un mozo
            español diciendome, que decia el señor Obispo que los que iban contra el Rey,
            hiban contra Dios, y que mandaba su señoría ylustrisima al Cura de Libitaca,
            que intimase a todos los vecisos de su doctrina, que se apartasen del traidor y
            se uniesen todos a las vanderas del Rey; esta supocision hago a vuesa señoría
            ylustrisima para que quede en la inteligencia de que una vez que yo hize lo que
            hize con el yndio alzado por la fidelidad que debió guardar al soberano, si
            hubiera tenido qualquiera luz de que alguno estaba coligado con él, lo huviera
            perseguido, y si huviera sido persona grande o algun potentado o otro supe-
            rior lo huviera denunciado ante el señor Visitador don Jose Antonio Areche o
            ante el señor Inspector o ante el señor Virrey, con lo que voi a responder a las
            preguntas de vuesa señoria ylustrisima y por lo que haze a la primera digo.—
            Que nunca supe, ni oí decir a persona alguna, ni malicie que vuesa señoría
            ylustrisima huviese conosido al Rebelde Jose Gabriel Tupac-Amaro, ni que
            vuesa señoría ylustrisima le huviese hablado, ni le hubiese escrito, ni le huvie-
            se embiado recado, ni hubiese tenido alguna comunicacion con el, ni antes de
            la rebelion, ni en el tiempo de ella.— A la segunda pregunta digo.— Que en
            todo el tiempo que comunique con el rebelde y el conmigo con la mayor con-
            fianza nunca le oí propocicion alguna que denotase la tal comunicacion ni que
            vuesa señoria ylustrisima, le conociese, ni que le escribiese, y esto es que el
            yndio hera tan jactancioso, que quando tenia cartas de la Casica de Acos Tho-
            masa Tito Condemaita del Casique del pueblo de Santo Thomas nombrado
            Seguncha y de otros varios casiques e yndios, luego me las benia a leer y ala-
            barse de que tenia ganada mucha gente a su favor y aun una vez me dijo que
            los casiques de las ocho parroquias del Cuzco heran suyos deceando que todos
            supíesemos que tenia un gran partido.— A la tercera pregunta respondo que
            en todas las conversaciones que tubimos con el traidor sobre el principio del
            lebantamiento y muerte del Corregidor Arriaga; que fueron muchas, siempre
            me aseguró que el motibo total de su resolucion fue el no ser el primero ahor-
            cado, por que con esta pena lo havia conminado repetidas veces el corregidor
            sino le pagaba el reparto y otras ditas que le havian encargado sus amigos de
            Lima, y lo urgía con termino muy corto, de manera que le hera imposible la
            satisfaccion y temiendo con fundamento que Arriaga cumpliese su protesta en
            uno de los muchos días que se enajenaba de la razon en que cometía, las



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