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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            mayores violencias contra los infelices yndios y los maltrataba de muerte, se
            adelantó él sin que lo supiese otra persona, que un Felipe Castro a quien le
            comunicó su determinacion por que lo sintió despechado, por identica causa
            a la suya de que le afligia el Corregidor por unas fanegas de trigo que le decia
            que se confesase si no se las pagaba. E igualmente me expresó el Yndio que
            esta su resolucion la tubo firme desde el año de setecientos setenta y ocho, en
            el que acabó de fabricar los calabosos que dispuso en su casa en el pueblo de
            Tungasuca para dicho Arriaga, y los demas corregidores, y que de esto tubo
            noticia Esteban de Suñega moso español quien lo acuso por escrito ante el
            Justicia Mayor don Yldefonso Mendieta por lo que lo miraba con tirria, y an-
            daba reseloso de él. Tambien me dijo muchisimas vezes que la rebelion havia
            muchos años ydiado, pero que no se havia determinado a ella por que el Co-
            rregidor Reparas antecesor de Arriaga le havia dado muy buen tratamiento y
            miraba con lastima a los yndios; pero nunca me dijo que alguna persona le
            hubiese influido ni aconsejado, ni a la rebelion ni a la muerte de Arriaga, y
            menos que vuesa señoria ylustrisima hubiese tenido parte, ni hubiese sabido
            cosa alguna por comunicacion ni en otra manera, ni quando se ofrecia hablar
            en este particular hizo jamas mencion de vuesa señoria ylustrisima. Solo si
            solia decir: El Rey ha de tener a bien esto que he hecho quando sepa que los
            corregidores chupaban la sangre a sus basallos.— A la quarta pregunta res-
            pondo.— Que muchas ocasiones oí a Jose Gabriel proposiciones despechadas
            contra  vuesa señoria  ylustrisima y  especialmente me acuerdo  de  una que
            como si actualmente la estubiera oyendo me dijo quien lo meteria a este Are-
            quipeño (hablando por vuesa señoria ylustrisima) en casos de guerra por que
            no se estará metido nomas en su yglesia, pero él me la pagará: Esto expresó
            con motivo de haver visto una carta circular dirigida por vuesa señoria ylus-
            trisima a los curas mandandoles que no cesasen de predicar a sus feligreses
            que el Rebelde los engañaba y se enfureció de este termino de Rebelde quexan-
            dose de que, como podrá ser Revelde un hombre que solo iba a remediar el
            reino y a libertarlo de las opresiones de los corregidores y Puca Cuncas.— A la
            quinta pregunta digo que yo vi fixado el cedulon de censura en la puerta de la
            Yglesia de Libitaca de donde lo sacó y lo rompió Diego Cristoval Tupac-Ama-
            ro con el mayor furor gritando a los yndios que ellos no podian ser excomul-
            gados, pero como el Cura y los Ayudantes predicavan que verdaderamente
            estaban excomulgados y que se les havian de seguir mil travajos, se le deserta-
            ban a cada instante tropas de yndios de lo que noticioso Jose Gabriel vino y



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